Hace 13 años | Por Eisenheim a as.com
Publicado hace 13 años por Eisenheim a as.com

La moda de tirar balones al terreno de juego cuando tu equipo va ganando se instaura poco a poco en el fútbol español. El revuelo se inició hace unas semanas en la Romareda y fue criticado abiertamente tanto por la parte damnificada, el Getafe, como por el propio Zaragoza. Hoy en el Sánchez Pizjuán se volvió a repetir la historia. El Sevilla iba ganando al Villarreal y durante el tramo final se vio como los recogepelotas del equipo andaluz lanzaban balones al terreno de juego para perder tiempo.

Comentarios

D

Hasta que doblen a algún club con una (merecida) sanción de la hostia. Están tardando.

E

y lo que tampoco se comenta que lleva mucho tiempo haciéndose, es que cuando un equipo ganando, los recogepelotas desaparecen, debería ser como en la Champions.

Vichejo

#7 no hombre no seas tan rebuscado, mi familia es toda del madrid, otra parte del atleti y yo del betis lol y en cuanto a lo de los capullos son los que me refiero que deberían estar en su medio natural y no en el campo

b

Ya todo vale... Efecto Maurrullerismo en el fútbol español...

Vichejo

lol que bueno todos los que me han votado negativo mi comentario visceral tienen como mínimo -6 de karma, deben ser de los del espacio natural también

Vichejo

amos con lo "gitanos" (en símil de marrullero) que son los sevillistas me parecía extraño que tardarán 3 jornadas en reproducirlo, todavía sale el impresentable de su presidente diciendo que iba a castigar a los responsables como si la cosa no hubiese sido orquestada desde dentro

Vichejo

#5 Lo siento tienes razón, pero cuando eres bético eres "racista de sevillistas" y no por gusto si no porque sale, es una cosa intrínseca al alma bética.

editado:
pero bueno comparar el odio entre aficiones al odio entre razas sería una conclusión demasiado simplista, si alguien no entiende la diferencia, su sitio no es el campo de futbol si una una jaula (o es su defecto en su habitat natural, la selva)

D

#6 Pues enhorabuena, debes ser de los pocos (poquísimos) que tiene una familia y amigos en la que todos son béticos (o todos sevillistas). El resto estamos "mezclados" y no nos sacamos los ojos unos a otros, por mucho que la prensa se cebe con cuatro capullos con muletas y bengalas.