No habrá dinero suficiente ni a tiempo para rescatar a España. Los 30.000 millones de euros que servirían de anticipo de urgencia a entregar antes de terminar julio continúan atascados entre la burocracia española y europea. Alemania se niega a poner más dinero. La clase política se atrinchera en el poder y los españoles parecen obligados a tomar la iniciativa política para salvarse de la ruina absoluta.