La ley antibotellón ya está en vigor. Los alcaldes ya tienen la obligación de aplicar la norma andaluza que prohíbe comer y beber en la calle, a excepción de en aquellos lugares que designe cada Ayuntamiento para convertirse en "botellódromo". Todas las capitales andaluzas prevén contar con al menos uno de aquí a unos meses, pero sólo Granada ha iniciado las obras para habilitar el suyo. Relacionada
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