El espectáculo de ver cómo se intenta solucionar el “marrón” de las cajas de ahorros sin perjudicar a la clase política ha pasado de inmoral a surrealista.Empezó siendo simplemente inmoral. La burbuja inmobiliaria se desinfló y lo lógico es que a partir de ahí se hubiera procedido a una voladura controlada de la burbuja financiera que financió la locura del ladrillo.
Comentarios
Lo de los chinos comprando cajas no se lo había creído nadie.
madre mia!!! que miedo dan!!
Lo de "camina o revienta" viene que ni pintado para la que se nos avecina.