Hace 13 años | Por --97364-- a elpais.com
Publicado hace 13 años por --97364-- a elpais.com

Carlos Santos era un hombre de mundo. Amaba tanto la vida que quiso gobernar la suya hasta el final. Tenía un tumor incurable. Estaba condenado a morir sufriendo. Pero se rebeló. Acudió a la asociación Derecho a Morir Dignamente. Ellos le acompañaron en su última voluntad. El pasado 10 de noviembre decidió tomarle la delantera a su enfermedad. Desayunó y dio un paseo antes de tomar un cóctel letal. Murió dormido en la habitación de un hotel. Antes quiso contarnos su historia. Pretendía que su caso sirviera para reabrir el debate de la eutanasia

Comentarios

Cantro

#4 Más las molestias del levantamiento de cadáver, diligencias judiciales, el problema de relaciones públicas de ver cómo te aparcan un coche fúnebre en la puerta y entran policías, jueces y forenses, etc. etc.

Creo que estas cosas hay que hacerlas en la casa de cada uno sin perjudicar a terceros que ni les va, ni les viene.

Cantro

A los del hotel debió hacerles mucha gracia la ocurrencia

Por lo demás, me parece bien que haya tomado esa decisión. Si no tienes salida y no quieres sufrir, bueno... tu vida es tuya.

sorrillo

#1 Para el Hotel eres "uno más", seguramente lo que les preocupe es si podrán cobrar la factura.

Me preocupan mas los que quieren suicidarse y no encuentran una forma como la que relata la noticia y acaban siendo los familiares quienes le encuentran. Eso sí supone un trauma innecesario.