Cuando Danny Hillis era un estudiante graduado del laboratorio de IA del MIT en 1980 construyó un supercomputador masivamente paralelo al que llamó Connection Machine. En ese tiempo los computadores aún eran tipo ENIAC: secuenciales y de un solo procesador. Por el contrario, Connection Machine tenía más de 65.0000 procesadores. Su motivación para construirlo fue explorar nuevos paradigmas de computación fuera de la arquitectura Von Neumann. Creía que la Ciencia Computacional necesitaba ideas frescas. Traducido en
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