Hace 11 años | Por --87517-- a ccaa.elpais.com
Publicado hace 11 años por --87517-- a ccaa.elpais.com

“Toda esta pesadilla comenzó hace un año”, explica José Lamiel, actual propietario del bar. En este periodo de tiempo el propietario del local solo ha dado a Lamiel la opción de renovar el contrato de arrendamiento mensualmente. Pero febrero fue el último. Este mes el dueño del bar está de “okupa”, reconoce entre carcajadas de desesperación. Pero la hilaridad del tabernero se torna en incertidumbre cuando se imagina el próximo día 31: “No sabemos qué pasará”.

Comentarios

D

Sin duda una auténtica pena. Uno de tantos lugares emblemáticos que perdemos en la ciudad. A este paso esto va a quedarse en una ciudad de provincias con mucho Bershka y turista.

D

Pues en 200 años tambien ha tenido tiempo de comprar el local, es lo que pasa, que llevara mucho tiempo, pero el local no es suyo, y es lo que hay en estos tiempos si la familia quiere vender...o necesita vender...pues.

m

¿Y? Que yo sepa, el bar es un negocio privado, ¿no?

D

No puede ser. De modo que el propietario de un bien quiere disponer de él. No sé hasta donde vamos a llegar, la verdad.

D

En una ciudad castellana existía un café, Un café de maderas, el mejor café que he conocido en mi vida, en su planta baja se degistaban memorables conciertos de jazz y de blues. Se llamaba Café Corrillo. No sé mu bien por qué fué demolido, en su lugar apareció un McDonald
Terrible, apocalíptico

D

Guiris y putas. Fui una vez, el primer año que estuve en Barcelona hace 14 años. No he vuelto a ir.