Si hay una forma fiable de mejorar un arma, se trata de ponerle un palo. ¿Tienes una daga? Ponle un palo, y ahora tienes una lanza. ¿Una espada? Ponle un palo y ahora es una partesana. ¿Una katana? Con un palo se convierte en una naginata. ¿Y si quieres prevenir la guerra en vez de llevarla a cabo? Haz como el amigo Vlad, coge a los enemigos y ponles un palo.
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