Hace 11 años | Por quincejota a es.noticias.yahoo.com
Publicado hace 11 años por quincejota a es.noticias.yahoo.com

Wendy Dolton estaba muriéndose de cáncer en el hospital para enfermos terminales Pilgrim's, en Canterbury (Kent, Inglaterra) cuando perdió un anillo. No era un anillo cualquiera: era uno de oro que le había regalado su marido por el 40 aniversario de su matrimonio, justo meses antes de morir hacía nueve años.

Comentarios

r

Hay que ser cabrón para robarle a un moribundo, ¡Por lo menos hay que tener la decencia de esperar a que se muera para quitarselo!

oso_69

#1 Pero es que luego se hinchan los dedos y hay que andar cortando, se llena todo de sangre y es una guarrada. Además, a mí me da repelús tocar a los muertos.

quincejota

Por lo menos no le robó la muela de oro

r

No, en serio, robar está mal, pero esto es enfermizo