Vamos a hacer infinidad de protocolos, reuniones y brindis al sol pero no veamos el elefante en la habitación. Lo de expulsar al abusón no pobrecito, que le creamos un trauma.
Mucha concienciación, mucho protocolo pero parece que al final lo que funciona para detener este tipo de situaciones es la publicidad en RRSS y medios de comunicación... Mientras el político de turno no sienta la presión parece que no se hace nada...