El titular suena a pseudoartista flipado, pero es su contexto adquiere sentido:
"Pienso que la misión del artista es la de eventualmente autoeliminarse; empoderar a la otra gente para que funcione por sus propios medios sin la ayuda del artista. El buen artista es como el buen maestro: el buen maestro no crea dependencia, sino que trata de que el alumno vuele por sus propios medios lo más rápido posible. Para mí, la función del artista es la misma. Yo estoy funcionando como intermediario entre el universo y el consumidor, tratando de ayudar a organizarlo, pero es como el almacenero que está entre el agricultor y el comprador. Es una función un poco parásita y hay que tratar de eliminarla".
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Internet pasa por la NSA se graba y vuelve a su destino