El fiscal general, Álvaro García Ortiz, dice que todo es una “operación orquestada” desde Madrid. Claro, lo mismo dijo Ábalos cuando le pillaron con Koldo, y lo mismo dirá Santos Cerdán cuando le toque declarar. El Supremo ya le tiene enfilado por prevaricación al enchufar ilegalmente a Delgado, pero según él la culpa es de Ayuso, que al parecer maneja al Tribunal Supremo, al Tribunal de Cuentas y hasta a los notarios de la trama de las mascarillas. Vamos, que en la PSOE no hay corrupción, solo conspiraciones cósmicas: lo de los millones volando en comisiones es cosa de los rayos gamma madrileños.
Menudo Panfleto Publico.es