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Nadie avisó como era, nadie me dijo que lo que me pasaba era a causa de una enfermedad mental que afecta al 2% de la población...
En un mundo actual en el que todo se produce en serie, todavía queda un pequeño espacio para aquellos que aman lo artesanal y único. Uno de esos proyectos infused lo tenemos en Madrid hace algunos años, en pleno centro. El local se llama “Enbabia”, al que tratan con el cariñoso apelativo de “bar canalla”, y macera su propio licor...
Posiblemente la peor película de Tom Cruise. Un remake de La Momia de 1999, con el que no tiene casi nada que ver. La prensa la ha calificad
El auge del 'smartphone', que compite en cuanto a porcentaje de utilización dentro del hogar frente al telefono doméstico DECT, ha condicionado la evolución de este último que
Sube el calor en Madrid. No es ninguna novedad que por estas fechas empecemos a tener un estado lipotímico y nos tire más un puesto de helados y una sombra de arbolito, que una moneda de 20 céntimos perdidos del bolsillo de un guiri expuestos al sol durante horas sobre el tórrido asfalto. Los va a recoger quien yo te diga!!
Hoy se nos ocurrió ir a cenar a un tailandés, así que dicho y hecho: nos fuimos a mirar a la “page” -el tenedor- y elegimos el: Aroy Thai Nos empezaron poniendo en una de esas mesas, que yo denomino “para lelos”, porque estando el restaurante vacío te plantan cual macetón a un lado del centro de la sala, en una mesa para dos. Que uno piensa...
De verdad hay días que nuestro espejo nos ve de pasada, y digo “espejo” sí, uno en singular, porque entre nuestras curiosidades está la de tener sólo un espejo en el cuarto de baño para vernos el careto y para de contar. (La culpa es mía, no soporto los espejos por la noche, me dan repelús y sin ellos me ahorro sustos como los de las pelis del más allá, cada uno con su “pájara”). Pues eso, hemos pasado hoy por el baño como rayos para echarnos a la calle cual gimnastas olímpicos y realizar el siempre gratificante, largo y sinuoso recorrido de...
Nadie avisó como era, nadie me dijo que lo que me pasaba era a causa de una enfermedad mental que afecta al 2% de la población...
En un mundo actual en el que todo se produce en serie, todavía queda un pequeño espacio para aquellos que aman lo artesanal y único. Uno de esos proyectos infused lo tenemos en Madrid hace algunos años, en pleno centro. El local se llama “Enbabia”, al que tratan con el cariñoso apelativo de “bar canalla”, y macera su propio licor...
Posiblemente la peor película de Tom Cruise. Un remake de La Momia de 1999, con el que no tiene casi nada que ver. La prensa la ha calificad
El auge del 'smartphone', que compite en cuanto a porcentaje de utilización dentro del hogar frente al telefono doméstico DECT, ha condicionado la evolución de este último que
Sube el calor en Madrid. No es ninguna novedad que por estas fechas empecemos a tener un estado lipotímico y nos tire más un puesto de helados y una sombra de arbolito, que una moneda de 20 céntimos perdidos del bolsillo de un guiri expuestos al sol durante horas sobre el tórrido asfalto. Los va a recoger quien yo te diga!!
En ocasiones veo “chinos”… me refiero a: restaurantes chinos. Vaya en coche, a pie, en autobús…siempre hay varios durante el trayecto. Yo imagino que no soy la única a la que le pasa eso. Esa es una de las causas por las que me fascina cuando nos juntamos varios y, en una explosión jovial de hacer algo innovador, ¡decidimos ir a comer en grupo!. Siempre uno, tras la propuesta, levanta la voz diciendo: -¡a un chino, que no hay pelas!...
Hoy se nos ocurrió ir a cenar a un tailandés, así que dicho y hecho: nos fuimos a mirar a la “page” -el tenedor- y elegimos el: Aroy Thai Nos empezaron poniendo en una de esas mesas, que yo denomino “para lelos”, porque estando el restaurante vacío te plantan cual macetón a un lado del centro de la sala, en una mesa para dos. Que uno piensa...
De verdad hay días que nuestro espejo nos ve de pasada, y digo “espejo” sí, uno en singular, porque entre nuestras curiosidades está la de tener sólo un espejo en el cuarto de baño para vernos el careto y para de contar. (La culpa es mía, no soporto los espejos por la noche, me dan repelús y sin ellos me ahorro sustos como los de las pelis del más allá, cada uno con su “pájara”). Pues eso, hemos pasado hoy por el baño como rayos para echarnos a la calle cual gimnastas olímpicos y realizar el siempre gratificante, largo y sinuoso recorrido de...