Ponte en el lugar de todos esos políticos aupados en sus puestos gracias a la plena conciencia de la estupidez de su electorado. En serio, hazlo. Ir a actos, preparar el argumentario, dar discursos, sacudir manos, prometer, crear leyes...siempre sabiendo que lo haces para imbéciles de manual. Qué peligrosa sensación de impunidad. Ser consciente de la absoluta incapacidad moral e intelectual de tus votantes es, en España, tener un 50% del trabajo hecho. Huelga reflexionar sobre el gran cáncer que supone para el país …