Durante la crisis de 2008, mi banco empezó a recortar servicios, a subir los porcentajes, a cobrar por cosas que antes no cobraba, así que me fui a mi oficina y le dije a la directora, a la que conocía desde hacía casi 10 años, que me llevaba el poco dinero que tenía a otro sitio, a otro banco donde me trataran mejor: -Me llevo la pasta a ING. -¡No, a ING no, está afectado por los rescates con dinero público, no es de fiar, igual quiebra en unos meses por su afectación en la crisis! Hmmm… El caso …