El rinoceronte blanco del norte está casi extinto. Los dos últimos machos murieron hace varios años. Las dos últimas hembras de la especie todavía están con nosotros, más, no obstante, demasiado débiles como para tener descendencia. En un laboratorio italiano, sus últimos óvulos permanecen fertilizados artificialmente con el esperma de los últimos machos, y se mantienen a menos 196 grados centígrados con la esperanza de que los rinocerontes sustitutos de otra subespecie puedan sacar al rinoceronte blanco del norte del borde del abismo.