La noticia corrió como la pólvora: “Martinsa-Fadesa ha quebrado, está en concurso de acreedores”. Los camiones de la obra se iban, los fontaneros e instaladores se llevaban materiales ya colocados en los edificios a medio construir, algunos ya acabados. “Había viviendas que ya tenían los cerramientos y la climatización y todo, pero todos los profesionales que trabajaban aquí, fontaneros, carpinteros, albañiles, montadores... vinieron a recuperar sus cosas”. 18 años después, el desarrollo se ha convertido en una escombrera gigante”.
|
etiquetas: burgos , buniel , martinsa-fadesa , quiebra
Lo peor de lejos, los raves
Pues que se j*d*n.