Una conclusión que se podría extraer es que el sistema eléctrico español, que se consideraba como uno de los más robustos y ejemplares de Europa, en realidad se encuentra en un estado bastante mejorable, por no decir penoso, tras décadas acumulando falta de inversiones, irregularidades o, sencillamente, chapuzas. Por ejemplo, el informe detalla que en renovables se han analizado "las 850 instalaciones con mayor generación" en el momento del apagón. Y se ha descubierto que "casi el 22% no cumplían el criterio de factor de potencia aplicable".