Una quedada multitudinaria en Ansoain protagonizó la última hora de la tarde del sábado y suscitó la alarma entre los viandantes que paseaban por la calle Larrazko de este municipio de las afueras de Pamplona. Se trata de una zona rodeada de zonas verdes en la que ese día se dieron cita alrededor de 300 jóvenes. Al parecer, los adolescentes, de entre 14 y 18 años, se habían citado a través de las redes sociales para pegarse.
negativos a mi jajajaja
Comentarios
Dejen disfrutar a la juventud coño!
#2 Si los chavales camelan darse de hostias, pues que se las den
#2 tu sabes lo caro que salen los gastos medicos de esos descerebrados?
#13 Lo suyo es animarlos a que vayan armados con barras de hierro y navajas, si solo se dan hostias sería una chiquillada.
Si firman antes la renuncia a asistencia médica pública... Ellos mismos.
#5 Son menores de edad, si no les hacía formar yo eso y que pongan antes dinero para la limpieza posterior.
#5 Buena observación.
Si los hubieran abortado no habría que abortar la quedada....
negativos a mi jajajaja
Madre
Es que no pude aguantar ponerlo.
#9 Positivo por el valor demostrado con ese chiste tan malo
#15 Soy de barrio jajajajaja Me viene de serie
No sé porque? Los dejas pegarse y que solo quede uno (Los inmortales)
#1 299 idiotas menos... suena bien
#4 todo beneficios, inmediatos y futuros
#1 el problema es que si a uno le dan una hostia más fuerte de lo normal y se queda tonto tenemos que pagarle entre todos la factura médica.
Qué asco, tienes críos y te salen subnormales.
Más tontos y no nacen.
#10 Pues como fue siempre.
Cosas de chavales...
#6 ¿Una quedada para pelear sin ninguna causa que la motive?. ¿Sacos de boxeo?. No sé, parece que la noticia se queda coja, en los preámbulos.
#6 Chiquilladas...
Ya lo dijo:
Hubiera sido algo bastante vistoso la verdad.
"La primera regla del Club de la Lucha es: nadie habla sobre el Club de la Lucha".
Para pegarse... Me pregunto si con cianocrilato o cola de contacto.
vale, cierro al salir
¿La abortan para pegarse o la abortan para no pegarse?
Echa de menos los tiempos de kaleborroka que les cuentan los mayores...