El activista, miembro del grupo antimilitarista Tortuga, que fue detenido y acusado de desobediencia y resistencia a la autoridad, se niega a pagar la multa que considera "una injusticia y un abuso policial ".TRADUCCIÓN: #1
El Ayuntamiento de Elche, junto con una cofradía religiosa de la ciudad, organizó el pasado mes de junio una jura de bandera civil y un desfile militar en el paseo marítimo de la capital del Baix Vinalopó. Ante este acto, miembros del Grupo Antimilitarista Tortuga (GAT) quisieron mostrar su rechazo y organizaron una acción "para demostrar que no todas las vecinas estamos de acuerdo con la exaltación de los símbolos nacionales y las exhibiciones militares en nuestra ciudad ".
A pesar de ser una acción discreta, con algunas pancartas y no más de una decena de antimilitaristas, la policía nacional los reprimió violentamente. "Nos echaron a empujones e insultos, a pesar de que estábamos fuera del perímetro de seguridad que ellos mismos habían marcado", afirma Pablo, miembro del GAT. La carga policial provocó que algunas manifestantes pidiéramos explicaciones a los policías, que también se llevaron detenido Pablo acusándolo de desobediencia y resistencia a la autoridad.
Después de un juicio rápido el pasado febrero, en el que la juez no quiso escuchar al acusado y se basó en la presunción de veracidad otorgada al atestado policial, Pablo fue condenado a pagar una multa de 60 euros o una pena de cinco días de prisión. Ante esta sentencia el antimilitarista se niega a pagar la multa por tratarse "de una injusticia y un abuso policial" y está dispuesto a cumplir la condena de prisión "para que la gente se dé cuenta de que no vivimos en un estado de derecho ".
25 años de oposición militar en Alacantí y Bajo Vinalopó
Como en el caso de Pablo, el GATO defiende la desobediencia civil no violenta como herramienta de confrontación con las injusticias del sistema: "Creemos que se trata de una estrategia de acción política que es pedagógica y eficaz", afirman. Respecto a la aprobación de la nueva ley de seguridad ciudadana que limitará los derechos fundamentales de libertad de expresión la activista asegura que "lo que busca esta nueva ley es una represión más económica en una sociedad cada vez más precaria", y concluye que para hacerle frente "será necesaria la desobediencia civil masiva y la organización jurídica para combatir las multas y condenas de forma colectiva".
Después de un juicio rápido el pasado febrero, en el que la juez no quiso escuchar al acusado y se basó en la presunción de veracidad otorgada al atestado policial, Pablo fue condenado a pagar una multa de 60 euros o una pena de cinco días de prisión. Ante esta sentencia el antimilitarista se niega a pagar la multa por tratarse "de una injusticia y un abuso policial" y está dispuesto a cumplir la condena de prisión "para que la gente se dé cuenta de que no vivimos en un estado de derecho ".
25 años de oposición militar en Alacantí y Bajo Vinalopó
Como en el caso de Pablo, el GATO defiende la desobediencia civil no violenta como herramienta de confrontación con las injusticias del sistema: "Creemos que se trata de una estrategia de acción política que es pedagógica y eficaz", afirman. Respecto a la aprobación de la nueva ley de seguridad ciudadana que limitará los derechos fundamentales de libertad de expresión la activista asegura que "lo que busca esta nueva ley es una represión más económica en una sociedad cada vez más precaria", y concluye que para hacerle frente "será necesaria la desobediencia civil masiva y la organización jurídica para combatir las multas y condenas de forma colectiva".
#3 Nunca he sabido cómo va eso. ¿Se pueden cambiar días de cárcel por pasta? ¿La cantidad diaria que pagas varía? ¿Puedo pagar una multa de tráfico yendo a la cárcel? Es que si gano muy poco, igual me sale a cuenta...
Comentarios
Los militares no van a joder las manifestaciones anti-militaristas, ¿por qué no dejan ellos de intentar boicotear los actos militares?
TRADUCCIÓN
El Ayuntamiento de Elche, junto con una cofradía religiosa de la ciudad, organizó el pasado mes de junio una jura de bandera civil y un desfile militar en el paseo marítimo de la capital del Baix Vinalopó. Ante este acto, miembros del Grupo Antimilitarista Tortuga (GAT) quisieron mostrar su rechazo y organizaron una acción "para demostrar que no todas las vecinas estamos de acuerdo con la exaltación de los símbolos nacionales y las exhibiciones militares en nuestra ciudad ".
A pesar de ser una acción discreta, con algunas pancartas y no más de una decena de antimilitaristas, la policía nacional los reprimió violentamente. "Nos echaron a empujones e insultos, a pesar de que estábamos fuera del perímetro de seguridad que ellos mismos habían marcado", afirma Pablo, miembro del GAT. La carga policial provocó que algunas manifestantes pidiéramos explicaciones a los policías, que también se llevaron detenido Pablo acusándolo de desobediencia y resistencia a la autoridad.
Después de un juicio rápido el pasado febrero, en el que la juez no quiso escuchar al acusado y se basó en la presunción de veracidad otorgada al atestado policial, Pablo fue condenado a pagar una multa de 60 euros o una pena de cinco días de prisión. Ante esta sentencia el antimilitarista se niega a pagar la multa por tratarse "de una injusticia y un abuso policial" y está dispuesto a cumplir la condena de prisión "para que la gente se dé cuenta de que no vivimos en un estado de derecho ".
25 años de oposición militar en Alacantí y Bajo Vinalopó
Como en el caso de Pablo, el GATO defiende la desobediencia civil no violenta como herramienta de confrontación con las injusticias del sistema: "Creemos que se trata de una estrategia de acción política que es pedagógica y eficaz", afirman. Respecto a la aprobación de la nueva ley de seguridad ciudadana que limitará los derechos fundamentales de libertad de expresión la activista asegura que "lo que busca esta nueva ley es una represión más económica en una sociedad cada vez más precaria", y concluye que para hacerle frente "será necesaria la desobediencia civil masiva y la organización jurídica para combatir las multas y condenas de forma colectiva".
Después de un juicio rápido el pasado febrero, en el que la juez no quiso escuchar al acusado y se basó en la presunción de veracidad otorgada al atestado policial, Pablo fue condenado a pagar una multa de 60 euros o una pena de cinco días de prisión. Ante esta sentencia el antimilitarista se niega a pagar la multa por tratarse "de una injusticia y un abuso policial" y está dispuesto a cumplir la condena de prisión "para que la gente se dé cuenta de que no vivimos en un estado de derecho ".
25 años de oposición militar en Alacantí y Bajo Vinalopó
Como en el caso de Pablo, el GATO defiende la desobediencia civil no violenta como herramienta de confrontación con las injusticias del sistema: "Creemos que se trata de una estrategia de acción política que es pedagógica y eficaz", afirman. Respecto a la aprobación de la nueva ley de seguridad ciudadana que limitará los derechos fundamentales de libertad de expresión la activista asegura que "lo que busca esta nueva ley es una represión más económica en una sociedad cada vez más precaria", y concluye que para hacerle frente "será necesaria la desobediencia civil masiva y la organización jurídica para combatir las multas y condenas de forma colectiva".
¿solo un quejica?
Manifestando su propia irrelevancia.
Con no haber ido y haberlo dejado estar...
#6 Si, o te condeno a pagar 60€ o ir diez años a la carcel de violadores homosexuales. Puestos a ridiculizar la comparación...
Por ir adrede a tocar los cojones a ciudadanos libres. Ahora, carcel por eso... Totalmente desproporcionado
#2 No, la condena han sido 60€. La cárcel es su decisión.
#3 Nunca he sabido cómo va eso. ¿Se pueden cambiar días de cárcel por pasta? ¿La cantidad diaria que pagas varía? ¿Puedo pagar una multa de tráfico yendo a la cárcel? Es que si gano muy poco, igual me sale a cuenta...
#3 te condeno a lamerme la bota o ir 2 dias a la carcel, ¿que eliges?