El destrozo accidental del cruceiro en Madrid es anecdótico. La repercusión posterior de este suceso no lo es. La exagerada reacción de Vox, Ayuso y Feijóo es un perfecto ejemplo de vandalismo contra la convivencia, un ataque incívico más dañino para la sociedad que lo que un simple borracho puede provocar.
Patético el intento de Ayuso y otros políticos de achacar este episodio al odio religioso sin molestarse en comprobar los hechos. Un movimiento que demuestra que están ellos interesados en avivar el odio.
Vaya qué curioso. A mí el destrozo no me parece lo anecdótico. Sin embargo el partido que están sacando del asunto los políticos y "medios" de uno y otro lado sí que me lo parece, además de patético.
Lo mismo hicieron con Wyoming, cuando le acusaron de estar detrás de la riña tabernaria que llevo al hijo del nazi austriaco Ekkehard Tertsch al hospital.
Comentarios
Patético el intento de Ayuso y otros políticos de achacar este episodio al odio religioso sin molestarse en comprobar los hechos. Un movimiento que demuestra que están ellos interesados en avivar el odio.
Lógico que se denuncian estas mentiras.
Vaya qué curioso. A mí el destrozo no me parece lo anecdótico. Sin embargo el partido que están sacando del asunto los políticos y "medios" de uno y otro lado sí que me lo parece, además de patético.
Lo mismo hicieron con Wyoming, cuando le acusaron de estar detrás de la riña tabernaria que llevo al hijo del nazi austriaco Ekkehard Tertsch al hospital.
El auténtico discurso del odio es siempre el de los otros.