Hace 1 año | Por Andaui a ethic.es
Publicado hace 1 año por Andaui a ethic.es

Primero, Ron Finley conquistó el bordillo olvidado de una acera. Cuando el Ayuntamiento de Los Ángeles le advirtió de que estaba haciendo algo ilegal y lo amenazó con una orden de arresto, empezó un profundo cambio urbano. Ahora –y gracias a su revolución jardinera– plantar huertos urbanos en su ciudad no solo está bien visto por la ley, sino que están convirtiéndose en la hoja de ruta para enseñar romper con los desiertos alimentarios y facilitar el acceso a dietas más saludables.

Comentarios

Dakaira

Pues no se... Gijón era playa no bosque. Pero vaya que con el cambio climático va el barrio la arena a volver a ser lo que era.

#8 bueno , el Humedal y el parque de Isabel la Católica eran charcas de agua dulce y la Arena ye lógico

MoñecoTeDrapo

En el Pérmico fueron ríos de lava. ¿No hay que volver a ello?

cocolisto

Debajo de los adoquines y el asfalto,todo es campo.

anv

O sea que suponen que vivir en un bosque lleno de animales deseosos de comerse al menos una parte de ti.

Ya veo a la gente echando insecticida en el bosque.

R

Em no. En Last of Us no acaba bien.

Un punto medio

j

Y nosotros fuimos algo parecido a monos subidos a esos árboles.

c

Me parece perfecto.

A todo aquel que vive en las grandes ciudades y brama para que metan lobos y osos en el monte, que le metan unos cuantos por los parques de su barrio.

j

Con la contaminación que hay en las ciudades, como para comerse algo plantado ahí.