Hace 4 años | Por javierchiclana a ahora.com.ar
Publicado hace 4 años por javierchiclana a ahora.com.ar

La expriora, Luisa Esther Toledo, fue condenada por torturar a las monjas: las obligaba a hacer la señal de la cruz con la lengua en el suelo, a aplicarse silicios y látigos, a caminar de rodillas o a tener un tubo en la boca durante todo el día.

Comentarios

pkreuzt

Si las monjas eran obligadas a aplicarse "silicios", en california ha de haber un "valle del cilicio"

javierchiclana

Los conventos de clausura son alienantes. Si os fijáis en todas las ventanas tienen rejas... incluso las más altas a las que es imposible acceder "escalando"... no son para detener a los de fuera sino a las de dentro.

Hemos llegado a asumir, por tradición, la aberración de la privación de libertad. La mayoría de las monjas han decidido esclavizarse "voluntariamiente" jovencísimas, pues tienen que ser vírgenes, tras un sistemático lavado de cerebro desde la niñez.

Jokessoℝ

#4 He sido monja 5 años, y no es como dices.

panchobes

#5 jajaja

A

#5 Esto merece un "he sido monja durante 5 años y te respondo..."

ur_quan_master

Lo normal en una secta. Lo chocante es que se permitan.

pitercio

Como se enteren de su currículum en el trullo el poco tiempo que vaya a pasar dentro, le van a hacer sentirse como en el convento.

D

El día que se investigue o salga a la luz lo que sucede en los conventos de clausura me veo a todo el clero huyendo como ratas.

c

¿ Silicios? lol

A

#8 Cilicios...

D

Gracias a dios pasan estas barbaridades.