Publicado hace 4 meses por me_joneo_pensando_en_ti a voltairenet.org

La banderola que se ve al fondo proclama: “Sólo un traslado [de los palestinos fuera de Gaza] puede traer la paz”. El mapa muestra los puntos que los colonos judíos pretenden ocupar en la franja de Gaza. En esa “conferencia”, un rabino condenado en Israel como autor de crímenes se dirigió a los participantes en nombre de los “sucesores” del grupo Stern, la banda terrorista que asesinó a los responsables británicos de la Palestina gobernada por el mandato concedido al Reino Unido. La participación de ese individuo en el evento fue una declaració

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El evento realizado en Jerusalén bajo la denominación «Conferencia por la Victoria de Israel – las colonias garantizan la seguridad: volver a la franja de Gaza y al norte de Samaria» no fue una simple reunión de supremacistas judíos. En esa “conferencia”, un rabino condenado en Israel como autor de crímenes se dirigió a los participantes en nombre de los “sucesores” del grupo Stern, la banda terrorista que asesinó a los responsables británicos de la Palestina gobernada por el mandato concedido al Reino Unido. La participación de ese individuo en el evento fue una declaración de guerra dirigida a los anglosajones. La presencia del primer ministro, Benyamin Netanyahu, en ese evento debe interpretarse como una amenaza lanzada a Washington y a Londres. En Estados Unidos, el presidente Joe Biden prohibió inmediatamente toda recogida de fondos y envío de dinero para esos extremistas. Es la primera vez que Estados Unidos adopta sanciones contra israelíes.

Es interesante resaltar aquí que, de todas las personalidades políticas presentes en ese evento, incluyendo al ministro de Seguridad Itamar Ben Gvir, ninguna fue tan aplaudida como el rabino Uzi Sharba, quien, aun siendo prácticamente un desconocido fuera de Israel, se ha convertido en un personaje central en el debate político israelí. Su sola presencia bastó para hacer renacer entre los participantes la esperanza de redimirse de lo que ellos consideran «el pecado»… el desmantelamiento de las colonias judíos de Gaza, en 2005.

Al día siguiente, el presidente estadounidense, Joe Biden, al parecer asustado por el regreso de un viejo demonio, firmó un decreto que prohíbe que algunos extremistas puedan viajar a Estados Unidos. El decreto del presidente Biden también prohíbe la recogida y el envío de fondos a los seguidores del rabino Uzi Sharbaf. Esas sanciones se aplican no sólo en Estados Unidos sino que también tendrán que acatarlas todos los bancos extranjeros que tengan intereses en territorio estadounidense, o sea que abarcan todo el Occidente político

¿Por qué la aparición del rabino Uzi Sharbaf provoca estas reacciones? Un regreso en el tiempo, hasta 1922, nos muestra que en el seno del movimiento «sionista revisionista» existe un grupo todavía más fanático, que no vacila en atacar a los anglosajones.

LA «BANDA DE STERN»

Los «sionistas revisionistas» son los discípulos de Vladimir “Zeev” Jabotinsky, un fascista judío ucraniano que, en 1922, estableció una alianza con los «nacionalistas integristas» ucranianos de Simón Petliura y Dimitro Dontsov para luchar contra los soviéticos. Durante esa alianza, los «nacionalistas integristas» ucranianos masacraron a los anarquistas y los comunistas ucranianos, así como a decenas de miles de judíos ucranianos. Para evitar tener que dar explicaciones al respecto, Jabotinsky renunció a sus funciones de administrador en el seno de la Organización Sionista Mundial y creó la Alianza de los Sionistas Revisionistas. En Italia, con ayuda del Duce Benito Mussolini, Jabotinsky creo la formación fascista paramilitar conocida como BETAR.

Posteriormente, el Irgún dio origen al Lehi (también conocido como «Grupo Stern» o, para la policía británica, como la «Banda de Stern» [2]). El Grupo Stern (o Lehi) estaba directamente vinculado al gobierno fascista polaco y su jefe, Avraham Stern, participó en la primera versión del «Plan Madagascar». Después de ser arrestado por los britanicos, junto a los demás dirigentes de su grupo, Avraham Stern fue liberado cuando se reconstituyó el gobierno polaco, en el exilio, en Londres. El Lehi volvió a ponerse en contacto con los fascistas italianos y propuso a los nazis ayudarlos a expulsar los judíos de Europa hacia Palestina. Luego de algunas vacilaciones, los nazis rechazaron la ayuda que el Lehi les ofrecía. Durante los 2 primeros años de la Segunda Guerra Mundial, el Lehi realizó numerosos atentados contra los británicos y también contra los judíos de izquierda. En febrero de 1942, Avraham Stern fue abatido por un miembro de la policía británica. A partir de ese momento, el Lehi fue reorganizado por Yitzhak Shamir, quien asesinó a sus rivales y llegó a ser primer ministro de Israel en los años 1980.

Después de la Segunda Guerra Mundial, los sionistas revisionistas siguieron adelante con su sueño fascistas, aun sin la ayuda de los fascistas italianos. Se separaron de Hagana, la milicia comunitaria judía creada en Palestina, y crearon su propio grupo paramilitar, el Irgún [3]

En 1948, en carta enviada al New York Times, Albert Einstein, Hannah Arendt y otras personalidades judías compararon el Irgún con las formaciones fascistas y nazi

me_joneo_pensando_en_ti

#1

En el momento de la proclamación unilateral del Estado hebreo, el Irgún y el Lehi fueron en definitiva incorporados a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Cuando la ONU envió el conde sueco Folke Bernadotte a Palestina para determinar los límites geográficos entre el Estado judío unilateralmente proclamado y el Estado árabe que habría de crearse, según las decisiones adoptadas por las Naciones Unidas, Yitzhak Shamir organizó el asesinato del enviado de la ONU [5]. En el mismo atentado que costó la vida al conde Bernadotte, también fue asesinado el coronel francés de los “cascos azules” de la ONU, André Sérot, reemplazado por Pierre Gaïsset (abuelo del autor de este artículo). El asesino del enviado de la ONU – Yehoshua Cohen, un veterano del Lehi– se convirtiría después en guardaespaldas del ya retirado primer ministro israelí David Ben Gurion.

[..]

La primera, dirigida personalmente por Yehuda Etzion, tiene como misión destruir la Cúpula de la Roca, en el centro de la mezquita Al-Aqsa, para reconstruir el Templo de Jerusalén. La segunda se encargaría de sembrar el terror entre los árabes anticolonialistas.

La presencia del rabino Uzi Sharbaf en la “Conferencia por la Victoria de Israel” y la atronadora acogida que le tributaron los miles de participantes en ese evento hacen temer un regreso del terrorismo sionista contra los anglosajones. La reacción de Washington demuestra que, lo que Estados Unidos tolera cuando se trata de víctimas árabes, sólo puede ser condenado cuando apunta a los estadounidenses y a sus demás “primos” anglosajones.

M

"La reacción de Washington demuestra que, lo que Estados Unidos tolera cuando se trata de víctimas árabes, sólo puede ser condenado cuando apunta a los estadounidenses y a sus demás “primos” anglosajones."

Aquí están los intereses y las tácticas. No habrán alfombras que levantar ni nada. Me pregunto qué pasaría si surgiera otro periodista como Assange que sepa más sobre esto.

rogerius

¿Quiénes son los terroristas? Ah, sí, Hamás…