El problema de la información falaz somos nosotros, los lectores. Los receptores del mensaje; los que cerramos el circuito de comunicación, los usuarios. No hay noticias falsas: lo que hay son usuarios indiferentes o, peor aún, cómplices. El problema no es que las noticias no sean auténticas, sino que a quien las recibe no le importa que lo sean si eso confirma su punto de vista y (especialmente) si sirven para atacar a su adversario político o ideológico.
Comentarios
Son los padres
#3 Exacto. Es como si yo voy a un médico y me creo su diagnóstico, y luego resulta que ese médico se había equivocado (o me había engañado), y alguien me echa la culpa a mí por no tener los suficientes conocimientos de medicina para darme cuenta del error o el engaño.
El espíritu crítico es fundamental en cada persona, eso es indudable; pero en temas especializados es necesaria la confianza en los profesionales, y cuando esos profesionales mienten y generan un problema en la sociedad, la raíz del problema está en la profesión, no en el conjunto de la sociedad.
Otra cosa es el tema de las cadenas anónimas de WhatsApp, que propagan mentiras y bulos generados por cualquiera. Pero en el caso de las fuentes de información periodística (profesional), la máxima responsabilidad es del medio, no del usuario.
"La sociedad entera debe volver a considerar que la razón, los datos y la verdad importan..."
¿"VOLVER"? ¿Es que alguna vez en la historia de la humanidad ha existido una sociedad que valorase la razón, los datos y la verdad por encima de los dogmas, los prejuicios y los sesgos de confirmación? Yo creo que no, que nunca ha existido tal consideración en ninguna sociedad humana. A nivel individual sí, por supuesto; pero a nivel colectivo no. Estamos diseñados para mentir y creer en mentiras.
Por otra parte, me jode que el artículo del meneo eche toda la culpa a los lectores, cuando resulta que la sociedad creó hace mucho tiempo una profesión, la del periodista, cuyo cometido es precisamente filtrar, extraer y ofrecer la verdad al resto de los mortales, para que los demás no tengamos que dedicar toda nuestra existencia a buscar y contrastar informaciones sobre cualquier cosa. Vale que todos tenemos responsabilidad y debemos poner de nuestra parte, pero de ahí a exonerar a los propios fabricantes de la información tóxica...
#2 Eso estaba pensando yo: ¿no se supone que el responsable de contrastar la información que publica es el periodista que elabora una noticia? ¿Cuál sería su función si no?
Entiendo que los lectores debemos ser críticos y a su vez volver a contrastar una noticia en otros medios, pero el objetivo sería aclarar detalles, no que la noticia entera sea falsa. No se le puede exigir al lector que acuda a las mismas fuentes primarias del periodista y rehaga su misma investigación para comprobar si lo que dice es verdad o no. Los lectores no son auditores de procedimiento periodístico ni veracidad, se presuponen ambas de un periodista.
Para perpetuar nuestro sesgo particular.