La organización que preserva el legado del naturalista echa la persiana ahogada por las deudas. La corrupción en Valencia retrasó los pagos de un proyecto europeo. La detención del presidente de la diputación de Valencia, Alfonso Rus, y la conversión del gerente de la empresa pública valenciana Imelsa, Marcos Benavent, de yonqui del dinero a hippy zen, sigue generando réplicas. A veces en sitios insospechados. El último es la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente, encargada de mantener el legado del naturalista y gestionada por su hija Odile.
Comentarios
Qué triste. Y mientras la fundación del dictador sigue recibiendo fondos sin dejar consultar a los historiadores la documentación que custodian. País
#2 es que esa es precisamente la función que tiene esa fundación, evitar que esa información salga a la luz
Fué un hombre importantísimo para la cultura española Si no fuese por Rodriguez de la Fuente , Enrique y Ana jamás habrían compuesto la canción Amigo Felix
#4 visto así...
Pero todo ha sido por España, para mantener la sagrada unidad de la Patria y evitar que los rojazos y separatistas acaben con la cultura y el sentir español. Rodriguez de la Fuente estaría orgulloso de sacrificar su legado en el altar del bastión católico de occidente.
¡¡Viva España!! ¡¡Viva el Rey!!
#5 Si no pones el vídeo nadie sabe de lo que hablas, si lo pones a nadie le interesa... esto esta lleno de millennials.
¿de que tendencia politica era?
"Los proyectos y las subvenciones pronto llegaron. Pero la institución comenzó a cavar su tumba cuando acudió a los planes Avanza del Ministerio de Industria. ... La fundación fue a tres convocatorias de Avanza con éxito y ahora debe devolver unos 180.000 euros al año durante diez años."
Parece ser que la gestora de la fundación ya tenía mucho hecho, y para rematar se fue a asociar con corruPPtos.
Ánimo Odile.
Las fundaciones de corte ambiental conservacionista han ido desapareciendo con la crisis. De cierto tamaño sólo queda la Fundación Biodiversidad y veremos que pasa cuanfo el último informe de fiscalización del Tribunal de Cuentas pase al Congreso.
Lo peor es que no sé si es una mala noticia o si tenemos que alegrarnos de que se ventile un sector muy expuesto a situaciones como la que vive la Fundación Félix.