Al final es al CEO al que le llegan todos los muertos, ellos son quienes tienen que adoptar las decisiones trascendentales que no siempre son gratas. Se sienten incomprendidos por el equipo, por su familia o por los amigos a quienes no puede consultar porque muchas de las respuestas que reciben son sesgadas y, a veces, hasta egoístas, aunque sea inconscientemente. A tu pareja le va a costar entender que trabajes tantas horas, o que tengas la necesidad de abrir una sede en Nueva York cuando la empresa va como un tiro en España y en Europa.
Comentarios
Pobres CEOS. A los curritos, a los que explotan y les mandan hacer horas extras gratis (de esas que no existen) para cumplir sus plazos absurdos, que les den. Se me parte el alma, de verdad.
Los ricos también lloran.
#1 Sí, pero de risa
#4 jajajajaja no,en realidad sufren más que los pobres,el pobre sufre por lo que le falta pero el rico vive en más agonía por el afán y el miedo de no perder lo que tiene y el deseo insaciable de aumentarlo,es una amenaza constante.
que tengas la necesidad de abrir una sede en Nueva York cuando la empresa va como un tiro en España y en Europa.
Se me encoge el alma al leer esto, pobres CEOs la próxima vez que vea uno pidiendo delante de un súper le daré una monedita
¡Oyoyooyoyoyoy! es como ver al parásito de alien poniéndote ojitos.
Los niveles de presión que tienen que soportar y la responsabilidad que tienen está a años luz de la de cualquier currela de medio pelo. Es normal que ganen 10 o 100 veces más que todos los padefos que van al trabajo a calentar la silla y escaquearse todo lo posible, poco me parece.
Los muertos de hambre a los que explotan estos negreros no tienen ese problema, están siempre en la parte baja de la curva.
Nadie entiende a los Dioses, miserables desagradecidos!