Publicado hace 1 año por ElenaTripillas a lavozdegalicia.es

El fiscal les acusa de dos delitos contra los derechos de los trabajadores porque considera que los dueños o administradores de una fábrica de muebles de mármol y cuarzo mediante la técnica conocida como Silestone no adoptaron las medidas de protección adecuadas para proteger a los empleados de un riesgo para su salud a pesar de que ya había tenido casos previos en su fábrica de Alicante. Y además, como segundo delito, les reprocha que hubiesen informado de forma confusa sobre el etiquetado del producto de forma que le restase peligrosidad o to

Comentarios

ElenaTripillas

Mi trabajo tiene cierta relación con esto y estos tipos tiene pinta de haber hecho todo lo que no se debe hacer, y ya lo de los médicos muestra una mala fe incuestionable. Para meterlos en una celda y tirar la llave

Si ya es difícil tomar todas las garantías y en todo momento que me digan que pasa si no se toma al parecer ninguna, yo habiéndolas tomado tengo problemas pulmonares.

No se cuanta gente tendrán en plantilla, pero deberían hacer una revisión a todos

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#1 Cuando me instalaron mi encimera de granito y después de aserruchar de todo, azulejos, granito, madera, los tíos se tomaron una pausa y fumaron un cigarrillo, menos mal que estaba yo allí y pude reparar algo del daño pulmonar con unas garimbas

ElenaTripillas

#3 tú sabes de qué va la silicosis?

Y de minería?

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#4 De polvo de sílice y de desiertos y de cemento

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Pone por lo penal aunque no específica la acusación. Por la gravedad de los hechos y reincidencia debería ser homicidio como mínimo.

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El fiscal les acusa de dos delitos contra los derechos de los trabajadores porque considera que los dueños o administradores de una fábrica de muebles de mármol y cuarzo mediante la técnica conocida como Silestone no adoptaron las medidas de protección adecuadas para proteger a los empleados de un riesgo para su salud a pesar de que ya había tenido casos previos en su fábrica de Alicante. Y además, como segundo delito, les reprocha que hubiesen informado de forma confusa sobre el etiquetado del producto de forma que le restase peligrosidad o toxicidad. A todo ello se suma que tardó en contratar un servicio de reconocimientos médicos, el cual no incluía la revisión del tórax.

Unos auténticos hijos de puta a quienes la salud de sus trabajadores les importa menos que nada.