Una empresa francesa ha sufrido el engaño de un gallego que cobró unos 100.000 euros por más de diez toneladas de pulpo fresco que jamás llegaron a su destino. Un negocio redondo que además le apareció de casualidad. José Benito R. B. se ha sentado en el banquillo de la Audiencia Nacional para enfrentarse a la demanda de la empresa gala. Los magistrados no muestran ninguna duda de que el acusado es culpable de delito de estafa, pues nunca llegó a tener la intención de suministrar el producto acordado, y por el que recibió casi 100.000 €.
Comentarios
El mérito no es engañar a una empresa vendiendo diez toneladas de pulpo que no tienes.
El mérito está en vender pulpo a los franceses
Por lo que veo elaborada era mostrarles una nave industrial vacía.
Pobre empresario de bien.
Tan espabilado para estafar pero tan estúpido para escapar.. sin duda se lo tuvieron que poner a huevo..
osea compraron 100.00€ en pulpo sin siquiera probar el primero a ver si valia el precio o no