Hace 2 años | Por jelzimoñac a theobjective.com
Publicado hace 2 años por jelzimoñac a theobjective.com

La solicitud de plácet que el Gobierno ha enviado al Vaticano para que Isabel Celaá sea la próxima embajadora ante la Santa Sede se ha recibido en el Ministerio de Asuntos Exteriores como una falta de consideración hacia los propios diplomáticos. En primer lugar, por su condición de política ya que este gremio de la Función Pública lleva mal el intrusismo. Pero, sobre todo, por la edad de la exministra de Educación.

Comentarios

Sergio_ftv

#1 Tal y como ocurre con la alta magistratura, esto tiene pinta de ser otro agujero de mamandurrias adjudicadas por derecho de sangre a los herederos del anterior régimen.

CillitBang

#4 Y sobre todo porque es," según ellos la séptima embajadora afín al PSOE". Vamos que los 110 restantes son afines al PPVOX.

a

#1 no se quejaron ya que son todos del ppsoe

have_a_nice_day

El Vaticano es una plaza a la que siempre se mandan políticos (como la embajada ante Naciones Unidas, Londres, Nueva York o Rabat) no se de qué se quejan

b

#3 No, a la santa sede siempre se ha mandado diplomáticos. Los políticos sin carrera en ese campo son mas bien pocos.
https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Embajadores_de_Espa%C3%B1a_ante_la_Santa_Sede

D

Personalmente pienso que si una persona quiere y mientras tenga facultades para hacer el trabajo, no debería ser obligatorio que se jubile.

P

Debería ser obligatorio que una vez terminada su carrera política, fuese obligatorio una de dos: o regresar a su puesto como funcionario durante al menos 5 años, por lo que no podría estar hasta más allá de los 60 años en política, o tener que darse de alta como autónomo y trabajar en el sector privado.

zykl

Esta señora es de buena cepa. Tiene avión a Bilbao en dos horas y media. Y en diez minutos del aeropuerto a Neguri. Es el mejor destino fuera de España y además puede ir de compras a las mejores tiendas. Un chollo

z

Falta de consideración e intrusismo, ¡uauh!.

A estos funcionarios VIP, hijos y nietos de otros funcioanarios VIP, con coche oficial y conductor, mayordomo, comidas en restaurantes de lujo, viviendas en palacetes en los mejores barrios y todo a costa del esfuerzo de los que trabajamos, les daba yo una solución drástica.

Estos anacronismos de cuando no existía teléfono ni internet sólo tienen sentido entre las superpotencias que quieren extender su poder, para el resto, como España con una oficina en el centro de una ciudad con el número de funcionarios suficiente para atender a los residentes, sobra.