Durante años, los economistas han realizado modelos econométricos buscando descifrar cuál sería el impacto del envejecimiento de la población en el precio de los activos, tanto financieros como reales. Varios de los trabajos publicados más importantes preveían que el cambio demográfico presionaría a la baja el precio de estos activos, entre ellos la vivienda. La vasta generación del baby boom comenzaría a vender parte de sus activos para disfrutar de una jubilación plena, para mantener unos niveles de consumo similares.
Comentarios
#3 bueno, inexacta inexacta... Es quedarse corto. Bajo esa definición podría caber hasta la astrología.
Una ciencia inexacta que mira a los ojos del caos es la Meteorología. Pero esto no es teoría del caos. La teoría del caos hace referencia a aquellos objetos donde las pequeñas varianzas de las condiciones iniciales da resultados tan dispares que su predicción sólo puede ser aproximada. Aquí estamos hablando de algo cuyos componentes pueden cambiar de comportamiento de un momento a otro. Es como si en Meteorología las moléculas de aire tuviesen la capacidad de decidir de forma arbitraria dejar de moverse o cambiar de dirección. Pues eso es la economía.
#4 a final son variables no controlables.
Puedes lanzar yoduro de plata a una tormenta y dispersarla, jodiendo al meteorólogo igual, no puede controlar esa variable.
Con la economía pasa lo mismo, demasiadas variables fuera de control como para predecir algo fiable, como mucho pueden o manipular el mercado, o conseguir un mayor índice de acierto que una predicción aleatoria, pero no mucho más.
Por eso he hablado de la pitonisa y el demente con un puñado de piezas del puzzle.
Un meteorólogo dispone de muchas más variables conocidas (que no controladas) que un economista.
El n-ésimo caso de "los economistas son esa gente que te explica hoy por qué su predicción de ayer no ha sucedido". Y algunos nos lo intentan vender como una ciencia.
#2 bueno, es una ciencia, pero inexacta....
Tiene mérito mirar al ojo del caos, analizar las tendencias, ver los movimientos, dejar que las fuerzas de la entropía devoren tu alma y salir impertérrito de esa locura, para vaticinar uno de los infinitos futuros, y lucrarse con el dinero de otro.
Para mi tiene mucho mérito, están en un equilibrio constante entre una pitonisa que no tiene ni idea de lo que habla y un demente que intenta ver la imagen de un puzzle del cual solo tiene un puñado de piezas inconexas.
Hay algo hermoso en ello.
Yo no voy a vender nada, es mas, voy a comprar otro piso mas para alquilar.
El análisis inicial era bastante estúpido. Contaban conn que nadamás jubilarse se venderian las casas (y se irian a vivir de mendigos, supongo). Lo que esta claro es que cuando empiencen a morir la gente no sabrá que hacer con tantas viviendas.