Tirar un pez dorado muerto por el inodoro parece ser un rito de paso: una primera mascota, no muy lejana de este mundo, que recibe un remolino ceremonial al final de su breve y azaroso viaje. Sin embargo, hay algunas personas que no esperan a que el pez muera, y algunos superan la prueba. Buffalo Niagara Waterkeeper (BNW), una organización sin fines de lucro que trabaja para proteger la cuenca del río Niágara y el lago Erie, muestra unas fotos de lo que puede pasar.
Comentarios
Y no será que algunos en vez de tirarlos por el inodoro, los tira directamente al lago ese y por eso se encuentran con tan buen tamaño y vivos?
Y lo peor de lo peor, dejad de tirar cachorros de cocodrilo; después se convierten en auténticos monstruos ciegos que devoran al personal de limpieza de vuestros Ayuntamientos.
#4 mmm.... funcionarios.... 🐊
#7 O subcontratados. Los monstruos ciegos que inundan el alcantarillado de nuestras ciudades no hacen distinciones.
Al menos tirad peces que se coman las toallitas, a ver si crecen y muerden la mano de quien las tira.
Pues tendremos que tirarlos de colores apagados...
#1 touche!
Además de peces de colores, alguien tira cangrejos azules y caracoles manzana…