Ofensa a los sentimientos religiosos, enaltecimiento del terrorismo, delitos de odio... El Código Penal marca límites a la libertad de expresión y el Gobierno plantea nuevos, como la apología del franquismo. Tres filósofos analizan los riesgos de querer blindarse para ser inmunes a las críticas. Amelia Valcárcel, Santiago Alba y Javier Gomá reflexionan en declaraciones a Efe sobre la persecución penal de las opiniones en un contexto en el que los tribunales siguen abriendo causas lindantes con ese derecho fundamental
Comentarios
Ante una generación al que durante su infancia no se le ha recriminado nada, es normal que al llegar a su edad adulta se ofendan por todo.
Ofenderse es el vicio endémico de nuestros días. Al menos en España.
#4 Estoy de acuerdo. Pero mi comentario no va contra la libertad de expresión, sino contra la hipocresía de los que siempre han censurado y ahora se escandalizan
Fueron a por los blasfemos y no importó. Fueron contra los rebeldes y tampoco. Pero cuando fueron a por los putos fachas, nos empezamos a acordar sesudamente de la libertad de expresión.
#3 libertad de expresión hay que respetarla y presevarla
#3
Muy buena.