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#1:
Traducción con DeepL:
Los barrios más ricos de San Luis se han dotado de policía privada, dándoles un nivel de servicio que las zonas pobres no pueden permitirse y alimentando las disparidades raciales y económicas.
Horas después de un robo en una tienda de vaqueros de diseño en el lujoso barrio de Central West End de San Luis, al menos 16 agentes de policía de la ciudad recibieron una alerta por correo electrónico con fotos de vigilancia del coche que se creía que pertenecía a los sospechosos, y una oferta de recompensa de al menos 1.000 dólares para cualquier agente que pudiera localizarlo.
El correo electrónico no procedía del Departamento de Policía Metropolitana de San Luis, el cuerpo de policía que los emplea y que los residentes financian con sus impuestos. En su lugar, procedía de un detective de la policía municipal jubilado llamado Charles "Rob" Betts, que también los emplea en su empresa privada, The City's Finest.
The City's Finest no es una simple empresa de seguridad. Con unos 200 agentes pluriempleados, es la mayor de las empresas policiales privadas que algunos de los barrios más ricos y predominantemente blancos de San Luis han contratado para patrullar los espacios públicos y proteger sus hogares y negocios.
Estos barrios compran patrullas a la empresa de Betts y a otras empresas policiales privadas porque, según dicen, no reciben suficiente de un departamento de policía de la ciudad que tiene dificultades para prestar servicios básicos.
Según las normas del departamento, los agentes tienen la misma autoridad cuando trabajan para estas empresas que cuando están de servicio, una de las razones por las que sus servicios son tan demandados. Pueden investigar delitos, detener a peatones o vehículos y efectuar detenciones. Y el departamento de policía exige que lleven su uniforme policial cuando trabajan en las fuerzas del orden o en la seguridad de la ciudad, lo que crea confusión sobre para quién trabajan.
El resultado son dos niveles desiguales de vigilancia policial para los residentes y las empresas de San Luis. Los residentes de bajos ingresos y de minorías no tienen los recursos necesarios para contratar a la policía a través de una empresa privada, y el departamento ha tenido dificultades para proporcionar patrullas en las partes de la ciudad que sufren altos índices de delitos violentos.
Mientras tanto, los barrios más prósperos, menos afectados por la delincuencia violenta, han recaudado millones de dólares para pagar a empresas como The City's Finest por la atención detallada de los mismos agentes que el departamento de policía ha dicho que no tiene suficientes. Los funcionarios de algunas de esas zonas alaban a The City's Finest. Le atribuyen el mérito de haber suprimido la delincuencia y de haber ayudado a los comerciantes a mantener sus negocios.
Dwinderlin Evans, concejal de la ciudad que representa a algunas de las zonas de St. Louis con los mayores índices de delincuencia, incluidos los barrios de The Ville y Greater Ville, dijo que el sistema de policía privada es injusto, "especialmente cuando hay barrios que no pueden permitirse pagar una vigilancia adicional".
Es más, The City's Finest ha aumentado su sueldo hasta superar la tasa de horas extras del departamento, en esencia, superando la oferta del departamento de policía por su propia mano de obra. Betts, de hecho, ha dejado claro que su empresa tiene que pagar más para atraer a los agentes de policía de la ciudad que, de otro modo, podrían optar por trabajar horas extras.
Los barrios más ricos de San Luis se han dotado de policía privada, dándoles un nivel de servicio que las zonas pobres no pueden permitirse y alimentando las disparidades raciales y económicas.
Horas después de un robo en una tienda de vaqueros de diseño en el lujoso barrio de Central West End de San Luis, al menos 16 agentes de policía de la ciudad recibieron una alerta por correo electrónico con fotos de vigilancia del coche que se creía que pertenecía a los sospechosos, y una oferta de recompensa de al menos 1.000 dólares para cualquier agente que pudiera localizarlo.
El correo electrónico no procedía del Departamento de Policía Metropolitana de San Luis, el cuerpo de policía que los emplea y que los residentes financian con sus impuestos. En su lugar, procedía de un detective de la policía municipal jubilado llamado Charles "Rob" Betts, que también los emplea en su empresa privada, The City's Finest.
The City's Finest no es una simple empresa de seguridad. Con unos 200 agentes pluriempleados, es la mayor de las empresas policiales privadas que algunos de los barrios más ricos y predominantemente blancos de San Luis han contratado para patrullar los espacios públicos y proteger sus hogares y negocios.
Estos barrios compran patrullas a la empresa de Betts y a otras empresas policiales privadas porque, según dicen, no reciben suficiente de un departamento de policía de la ciudad que tiene dificultades para prestar servicios básicos.
Según las normas del departamento, los agentes tienen la misma autoridad cuando trabajan para estas empresas que cuando están de servicio, una de las razones por las que sus servicios son tan demandados. Pueden investigar delitos, detener a peatones o vehículos y efectuar detenciones. Y el departamento de policía exige que lleven su uniforme policial cuando trabajan en las fuerzas del orden o en la seguridad de la ciudad, lo que crea confusión sobre para quién trabajan.
El resultado son dos niveles desiguales de vigilancia policial para los residentes y las empresas de San Luis. Los residentes de bajos ingresos y de minorías no tienen los recursos necesarios para contratar a la policía a través de una empresa privada, y el departamento ha tenido dificultades para proporcionar patrullas en las partes de la ciudad que sufren altos índices de delitos violentos.
Mientras tanto, los barrios más prósperos, menos afectados por la delincuencia violenta, han recaudado millones de dólares para pagar a empresas como The City's Finest por la atención detallada de los mismos agentes que el departamento de policía ha dicho que no tiene suficientes. Los funcionarios de algunas de esas zonas alaban a The City's Finest. Le atribuyen el mérito de haber suprimido la delincuencia y de haber ayudado a los comerciantes a mantener sus negocios.
Dwinderlin Evans, concejal de la ciudad que representa a algunas de las zonas de St. Louis con los mayores índices de delincuencia, incluidos los barrios de The Ville y Greater Ville, dijo que el sistema de policía privada es injusto, "especialmente cuando hay barrios que no pueden permitirse pagar una vigilancia adicional".
Es más, The City's Finest ha aumentado su sueldo hasta superar la tasa de horas extras del departamento, en esencia, superando la oferta del departamento de policía por su propia mano de obra. Betts, de hecho, ha dejado claro que su empresa tiene que pagar más para atraer a los agentes de policía de la ciudad que, de otro modo, podrían optar por trabajar horas extras.
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Traducción con DeepL:
Los barrios más ricos de San Luis se han dotado de policía privada, dándoles un nivel de servicio que las zonas pobres no pueden permitirse y alimentando las disparidades raciales y económicas.
Horas después de un robo en una tienda de vaqueros de diseño en el lujoso barrio de Central West End de San Luis, al menos 16 agentes de policía de la ciudad recibieron una alerta por correo electrónico con fotos de vigilancia del coche que se creía que pertenecía a los sospechosos, y una oferta de recompensa de al menos 1.000 dólares para cualquier agente que pudiera localizarlo.
El correo electrónico no procedía del Departamento de Policía Metropolitana de San Luis, el cuerpo de policía que los emplea y que los residentes financian con sus impuestos. En su lugar, procedía de un detective de la policía municipal jubilado llamado Charles "Rob" Betts, que también los emplea en su empresa privada, The City's Finest.
The City's Finest no es una simple empresa de seguridad. Con unos 200 agentes pluriempleados, es la mayor de las empresas policiales privadas que algunos de los barrios más ricos y predominantemente blancos de San Luis han contratado para patrullar los espacios públicos y proteger sus hogares y negocios.
Estos barrios compran patrullas a la empresa de Betts y a otras empresas policiales privadas porque, según dicen, no reciben suficiente de un departamento de policía de la ciudad que tiene dificultades para prestar servicios básicos.
Según las normas del departamento, los agentes tienen la misma autoridad cuando trabajan para estas empresas que cuando están de servicio, una de las razones por las que sus servicios son tan demandados. Pueden investigar delitos, detener a peatones o vehículos y efectuar detenciones. Y el departamento de policía exige que lleven su uniforme policial cuando trabajan en las fuerzas del orden o en la seguridad de la ciudad, lo que crea confusión sobre para quién trabajan.
El resultado son dos niveles desiguales de vigilancia policial para los residentes y las empresas de San Luis. Los residentes de bajos ingresos y de minorías no tienen los recursos necesarios para contratar a la policía a través de una empresa privada, y el departamento ha tenido dificultades para proporcionar patrullas en las partes de la ciudad que sufren altos índices de delitos violentos.
Mientras tanto, los barrios más prósperos, menos afectados por la delincuencia violenta, han recaudado millones de dólares para pagar a empresas como The City's Finest por la atención detallada de los mismos agentes que el departamento de policía ha dicho que no tiene suficientes. Los funcionarios de algunas de esas zonas alaban a The City's Finest. Le atribuyen el mérito de haber suprimido la delincuencia y de haber ayudado a los comerciantes a mantener sus negocios.
Dwinderlin Evans, concejal de la ciudad que representa a algunas de las zonas de St. Louis con los mayores índices de delincuencia, incluidos los barrios de The Ville y Greater Ville, dijo que el sistema de policía privada es injusto, "especialmente cuando hay barrios que no pueden permitirse pagar una vigilancia adicional".
Es más, The City's Finest ha aumentado su sueldo hasta superar la tasa de horas extras del departamento, en esencia, superando la oferta del departamento de policía por su propia mano de obra. Betts, de hecho, ha dejado claro que su empresa tiene que pagar más para atraer a los agentes de policía de la ciudad que, de otro modo, podrían optar por trabajar horas extras.
Cosas de neoliberalismo desbocado , patriotico y muy blanco.
#2 Qué cojones tendrá que ver lo de blanco. Como si no hubieran grandes fortunas y desigualdad en el resto de América, África o Asia.
#9 Puede ser porque la noticia es de San Luis y no de África o Asia y Norteamérica es la meca del neoliberalismo y el supremacismo blanco.
#10 O sea, que cuando salga una noticia equivalente en ciudad de Méjico, Bogotá o Bombay pondrás
"cosas del neoliberalismo desbocado, patriótico y muy mestizo/indígena/negro/rojo", ¿no?
#11 Bueno adivino neoliberal ,blanco y posiblemente patriótico mi método son las formas de las nubes y está claro que los resultados serian diferentes.
#11 https://www.eldiario.es/internacional/theguardian/eeuu-enfrentarse-elite-millonarios-controla-pais_129_9296759.html
Parece que el sistema modelo del capitalismo está terminando de corromper los últimos eslabones de la sociedad, no me extraña que cualquiera de estos norteamericanos con dinero que vienen de vacaciones o por trabajo estén como locos por quedarse en Europa, aquí con la mitad de salario viven mucho mejor
Inquietante. Lo próximo ejércitos privados.
Pensaba que el titular estaba mal traducido o era sensacionalista , me acabo de quedar muerto no solo por los poderes que les otorga la ley si no porque trabajen usando el informe y los medios de la seguridad pública
Esto ya pasó en los Simpson no?
No creo que la culpa solo sea sel capitalismo y del neoliberalismo, ha habido en estos últimos años otros factores que han llevado a esta situación, especialmente desde la muerte de George Floyd y las protestas que siguieron a lo largo del país, en muchos casos el uso sin sentido de violencia contra negocios. En muchos lugares, especialmente gobernados por simpatizantes de estos movimientos las autoridades no han hecho nada para pararles los pies. Sólo hay que ver California, donde muchas empresas están quitando sus negocios, porque no les sale rentable que cada dos por tres asalten sus negocios y no pase nada a los que saquean. Pues a dado lugar a este tipo de situaciones.
Ojo en ningún momento estoy defendiendo a la policía, pero creo todo esto se debe al sistema que han creado.
Algún día los usamericanos se preguntarán para qué leches pagan impuestos.
Ver la viga en el ojo ajeno, aquí si quieres recuperar tu casa ocupada paga a una empresa privada para que haga lo que tendría que hacer el estado.
#5 Ver la mota en el ojo ajeno quise decir, obviamente.
Y si no pagas ocurriran accidentes ? A que me sonara.