La directora financiera del Palau (todo queda en casa) que, en vista de que la fiscalía pide para ella veintiséis años de prisión y que lo tiene crudo para librarse, ha pactado con el fiscal una mengua de veinticuatro años (déjemelo en dos y así me libro de la cárcel) a cambio de señalar hoy con el dedo acusador al tercer hombre de esta historia: Daniel Osácar, el tesorero de Convergencia.
Comentarios
Fácil... pactando con el fiscal decir lo que a éste le interesa que se diga...
Y como sería taaaan impensable que un fiscal no actuara por el bien común...
De los 9 millones que faltan... de esos no se acuerda. Tampoco de los millones que dió Aznar
En fin...