La delincuencia común, el poder de las pandillas y el crimen organizado han convertido al triángulo que forman Guatemala Honduras y El Salvador en la región más peligrosa del mundo, según la ONU. La respuesta de las autoridades: una Fuerza Trinacional.
Un proyecto que casi da risa porque esas fuerzas están corruptas hasta la médula. La corrupción es tan generalizada que en los controles de tráfico directamente la poli te pide dinero y cualquier trámite con la Administración se agiliza a base de pasta y el narcotráfico campa a sus anchas porque tiene comprado a todo quisqui.
Dicho esto hay que entender que las maras no son causa sino consecuencia.
Por lo pronto estamos hablando de tres países donde no estará seguro que puedas comer todos los días pero todo el mundo tiene un arma. Pobreza generalizada y una quiebra social y de valores absoluta que ha degenerado en un desprecio por la vida apabullante.
#2 Es que la simple idea de acabar con las maras legitimándolas (aún presionando más a los pobres) es ridícula, pero bueno, es lo que pasa en el patio de juegos estadounidense, que la vida de los centroamericanas no vale una mierda. A seguir amasando pasta (por ejemplo sector financiero y teleco arrojan hasta un 10% de rentabilidad en Guatemala con capital gringo obviamente, sin contar con la droga que ni se sabe) mientras los niños limpian zapatos en la calle
Pues a ver como les va porque el nivel de corrupción es espectacular, con políticos y policías de primera línea enredados en los cárteles de la droga.
Como muestra el siguiente caso:
El 17 de febrero de 2007, tres miembros del partido ARENA - Eduardo D'Aubuisson, William Pichinte y José Ramón González, junto con su conductor, Gerardo Ramírez - fueron encontrados muertos cerca de Ciudad de Guatemala. Cuatro detectives fueron arrestados e imputados con el cargo de asesinato, tres días después de su arresto, los cuatro fueron asesinados en una celda dentro de una prisión de máxima seguridad.
Es decir, unos diputados salvadoreños en mitad de un trato de drogas en Ciudad de Guatemala son asesinados por un grupo de policías guatemaltecos, y estos a su vez asesinados dentro de una cárcel de máxima seguridad.
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Un proyecto que casi da risa porque esas fuerzas están corruptas hasta la médula. La corrupción es tan generalizada que en los controles de tráfico directamente la poli te pide dinero y cualquier trámite con la Administración se agiliza a base de pasta y el narcotráfico campa a sus anchas porque tiene comprado a todo quisqui.
Dicho esto hay que entender que las maras no son causa sino consecuencia.
Por lo pronto estamos hablando de tres países donde no estará seguro que puedas comer todos los días pero todo el mundo tiene un arma. Pobreza generalizada y una quiebra social y de valores absoluta que ha degenerado en un desprecio por la vida apabullante.
#2 Es que la simple idea de acabar con las maras legitimándolas (aún presionando más a los pobres) es ridícula, pero bueno, es lo que pasa en el patio de juegos estadounidense, que la vida de los centroamericanas no vale una mierda. A seguir amasando pasta (por ejemplo sector financiero y teleco arrojan hasta un 10% de rentabilidad en Guatemala con capital gringo obviamente, sin contar con la droga que ni se sabe) mientras los niños limpian zapatos en la calle
Pues a ver como les va porque el nivel de corrupción es espectacular, con políticos y policías de primera línea enredados en los cárteles de la droga.
Como muestra el siguiente caso:
El 17 de febrero de 2007, tres miembros del partido ARENA - Eduardo D'Aubuisson, William Pichinte y José Ramón González, junto con su conductor, Gerardo Ramírez - fueron encontrados muertos cerca de Ciudad de Guatemala. Cuatro detectives fueron arrestados e imputados con el cargo de asesinato, tres días después de su arresto, los cuatro fueron asesinados en una celda dentro de una prisión de máxima seguridad.
https://es.wikipedia.org/wiki/Asesinato_de_diputados_salvadore%C3%B1os_de_febrero_de_2007
Es decir, unos diputados salvadoreños en mitad de un trato de drogas en Ciudad de Guatemala son asesinados por un grupo de policías guatemaltecos, y estos a su vez asesinados dentro de una cárcel de máxima seguridad.
Porque acabar con la pobreza y las desigualdades sociales es mucho esfuerzo y no deja comisión de los traficantes de armas.