Hace 9 años | Por --434325-- a lasexta.com
Publicado hace 9 años por --434325-- a lasexta.com

Nuevos pinchazos policiales revelan cómo la jefa de urbanismo de Alicante garantizó al constructor Enrique Ortiz que se harían los cambios necesarios para construir un Ikea en sus terrenos. Lo llamativo es que seis meses después, en otro pinchazo, esa misma jefa de urbanismo propuso al constructor un negocio con su marido. Ortiz responde que lo haría “como favor”.

Comentarios

hijolagranputa

Corrupción, corrupción y corrupción... estoy cansado de escuchar esa palabra. La que quiero oir es cárcel, cárcel y cárcel.
El día que me levante y de camino al trabajo escuche en la radio del coche "condenada la jefa de urbanismo de Alicante (por decir algo) a 8 años de cárcel sin posibilidad de indulto o reducción de condena por su implicación en el caso de bla bla bla..." ese día la justicia y la democracia habrán vuelto a España de donde la expulsaron los mafiosos vestidos de políticos, con trajes de políticos y con cargos políticos.

M

#3 También se oye cárcel, cárcel, cárcel... a los que secundan una huelga, a los que fotografían a polícias repartiendo estopa, a estudiantes por ensuciar con su sangre la defensa (vulgo porra) de los vehementes agentes de la autoridad........

hijolagranputa

#6 Tienes razón. Mardita sea mi estampa.

M

#7 Y mira que me jode tener razón en esto...

D

Otra más. Pero a la gente se le olvida quien corrompía: Un empresario que tenía en Alicante comprado a todo el PP y parte del PSOE. De hecho, en las grabaciones sale.

D

Urbanismo y Comunidad Valenciana tienen una palabra en común. Corrupción. Menos mal que no hay un Ikea en todos los pueblos.

D

Y en la calle tan pancha sigue, y cuando llegue el juicio pues como ha pasado tanto tiempo, pues se archiva la causa y todos tan contentos, encima te vienen con lo de la regeneración democrática

JuanBrah

A mí lo que me fascinaría sería meterme en las cabezas de aquellos votantes del PP que se exponen continuamente a estos casos de corrupción y, sin embargo, siguen pensando en votarlos una y otra vez. Es como si cada vez que sale un caso de corrupción acojonante, los cerebros de estos ciudadanos produjeran una especie de morfina que les hace evadirse de la realidad y seguir en su mundo ideal de fantasías peperas.

Sin duda un caso a analizar