En Troitsk, una pequeña ciudad de Rusia, los habitantes se conmovieron ante un hecho inédito. Un sujeto robó un carro, pero al enterarse que le pertenecía a un orfanato de niños incapacitados, decidió devolverlo. El vehículo, un Lada Granta, era un obsequio del político ruso, Aliján Jarsíev, que había regalado a la institución hace dos años. Era el único medio de transporte para poder trasladar a los trabajadores como a los niños del orfanato.
Comentarios
No como Urdangarin, que robaba a sabiendas de que era para fundaciones de niños discapacitados.
#5 ladrón humilde vs escoria humana
Un cabrón con principios.
La gente de Bart:
Si así fueran todos los ladrones, no tendríamos por qué preocuparnos.
A ver si lo que no quería es que lo buscaran los compinches del político ruso...
Valiente gilipollas.. y encima se iría a robar otro coche con la conciencia tranquila...
Qué tiempos aquellos que hasta los ladrones tenían principios.
Aquí ahora se roba a los ancianos.
Todavía tienen corazón algunos choris rusos.