El Ayuntamiento de Barcelona ha confirmado que el club no tenía licencia de actividades para operar. Cuando han ido a inspeccionar el inmueble, no quedaba ni rastro del negocio. El propietario del piso se enteró de lo que estaba pasando en su propiedad al leer el artículo de EL ESPAÑOL.
Comentarios
Mientras, el gremio de trabajadoras sexuales de Barcelona protestaba por lo que consideraban competencia desleal.
Pues lo que les espera. Esto es perfectamente robotizable, y con tecnología probada.
"Cuando han ido a inspeccionar el inmueble, no quedaba ni rastro del negocio".
Los propietarios se fueron "corriendo".
#2 Creo como las muñecas el negocio se ha "desinflado"
#4 Se han tomado muy en serio el refrán: "Aquí o follamos todos o se pincha la muñeca".
Ojalá se montase el mismo revuelo con los burdeles en pisos particulares...
Puestos a follar "con goma"...