Lo reconozco, me pongo de mala uva cada vez que alguien usa la palabra emprendedor para referirse a tipos como Arturo Fernández, Juan Rosell, Díaz Ferrán y demás calaña. Me cabreo no sólo porque en estos casos la palabra emprendedor sea un mero eufemismo para omitir lo que de verdad son, sino también porque creo que este tipo de personas representan justo lo opuesto a los valores que debería tener un emprendedor.
Lo que vulgarmente se conoce como un "emprendedor" debería llamarse "explotador" disfrazado con palabras bonitas. Y lo digo por lo siguiente, por ejemplo: Un empleado de SEAT gana miles de euros a los largo de su vida laboral , pero hace ganar millones de euros a su empresa. Por si fuese poco, cuando ésta no lo necesita,ERE y a la calle.
Esta falacia común de que un emprendedor crea empleo es en realidad que crea condiciones de explotación para pagar lo mínimo a un empleado y hacerlo trabajar el máximo de horas posibles. Algo no muy distinto de la esencia de lo que ha sido la esclavitud.
Después tenemos la variante de éstos, que encima sangran de lo público. Que ya es rizar el rizo de ser apriovechado.
Además, frecuentemente, los que se disfrazan con la palabra bonita de emprendedor o empresario no son más que inútiles (incluso sin estudios) que no valen para nada más que para explotar a los que pueden.
#3 Decir eso es como decir que el emprendedor no crea ningún tipo de valor y que no aporta nada a la empresa. ¿A caso no asume el riesgo y aporta el capital necesario para comprar la maquinaria y la infraestructura? ¿A caso no toma decisiones estratégicas sobre las que él asumirá las consecuencias?
Verás, si tu en tu casa tejes un jersey y se lo vendes al vecino lo lógico es que tú te lleves el 100% de la ganancia: aportaste la materia prima, los utensilios, los conocimientos, la estrategia de venta y asumiste el riesgo.
Ahora resulta que un día quieres ser más eficiente y decides proponerle a un amigo que él se encargue de tejer el jersey mientras tú sigues haciendo todo lo demás: aportas la materia prima, los utensilios, la estrategia y asumes el riesgo de tus acciones. ¿Sería lógico que tu amigo se quedara con el 100% de lo que él produce con sus manos? ¿A caso tú no aportaste nada?
Con las empresas ocurre lo mismo. Es más, en un mercado verdaderamente libre la explotación se hace difícil pues si crees que el empresario te está pagando menos de lo que vale tu trabajo, te largas y te vas a otra empresa. La competencia hace posible para un trabajador encontrar posiciones de trabajo que tiendan al precio de mercado.
Ahora, para terminar de comprender todo esto también tenemos que darnos cuenta que, lamentablemente existen empleos que pierden valor con el tiempo, por ejemplo porque hay alternativas más económicas como la maquinaria. Si hay 100.000 empresas y todas ellas te ofrecen un sueldo de 1000€ mensuales, entonces quizá sea hora de asumir que ese es el verdadero valor de tu trabajo y que puede haberse visto afectado por el progreso tecnológico, por ejemplo.
Volviendo al ejemplo del Jersey. Supón que tu amigo te pide el 80% de las ganancias porque utiliza una técnica de tejer muy anticuada que le hace estar miles de horas para completar un jersey a mano. Quizá sea bueno que le digas cuanto antes que más trabajo no significa más valor cuando puedes, por ejemplo, hacer lo mismo de una manera más eficiente. Eso significará que tu amigo tendrá que cobrar menos, porque su aportación ya no es tan importante para la empresa pero cuanto antes se de cuenta y antes se dedique a mejorar su oferta de valor, mucho mejor.
1- La desproporción que generalmente "gana un emprendedor". Algo no es justificable desde ningún ámbito.
2- Muchas veces ocupa el lugar que tenía o podía tener, o podría hacer, lo público. Si los beneficios de algo ocupado por lo público redundan en todos, cuando la gestión la hace un "emprendedor" él se queda solito con todos los beneficios. En este caso tenemos multitud de privatizaciones como las del agua de los ayuntamientos.
Comentarios
En este país tenemos demasiados parásitos que viven de lo público.
Basta con tener mano en cualquier ayuntamiento de mierda y ya podrás emprender sin tomar riesgos.
Lo que vulgarmente se conoce como un "emprendedor" debería llamarse "explotador" disfrazado con palabras bonitas. Y lo digo por lo siguiente, por ejemplo: Un empleado de SEAT gana miles de euros a los largo de su vida laboral , pero hace ganar millones de euros a su empresa. Por si fuese poco, cuando ésta no lo necesita,ERE y a la calle.
Esta falacia común de que un emprendedor crea empleo es en realidad que crea condiciones de explotación para pagar lo mínimo a un empleado y hacerlo trabajar el máximo de horas posibles. Algo no muy distinto de la esencia de lo que ha sido la esclavitud.
Después tenemos la variante de éstos, que encima sangran de lo público. Que ya es rizar el rizo de ser apriovechado.
Además, frecuentemente, los que se disfrazan con la palabra bonita de emprendedor o empresario no son más que inútiles (incluso sin estudios) que no valen para nada más que para explotar a los que pueden.
#3 Perdón te lo compenso.
#4 Comentario destacado ¿¿¿???
#3 Decir eso es como decir que el emprendedor no crea ningún tipo de valor y que no aporta nada a la empresa. ¿A caso no asume el riesgo y aporta el capital necesario para comprar la maquinaria y la infraestructura? ¿A caso no toma decisiones estratégicas sobre las que él asumirá las consecuencias?
Verás, si tu en tu casa tejes un jersey y se lo vendes al vecino lo lógico es que tú te lleves el 100% de la ganancia: aportaste la materia prima, los utensilios, los conocimientos, la estrategia de venta y asumiste el riesgo.
Ahora resulta que un día quieres ser más eficiente y decides proponerle a un amigo que él se encargue de tejer el jersey mientras tú sigues haciendo todo lo demás: aportas la materia prima, los utensilios, la estrategia y asumes el riesgo de tus acciones. ¿Sería lógico que tu amigo se quedara con el 100% de lo que él produce con sus manos? ¿A caso tú no aportaste nada?
Con las empresas ocurre lo mismo. Es más, en un mercado verdaderamente libre la explotación se hace difícil pues si crees que el empresario te está pagando menos de lo que vale tu trabajo, te largas y te vas a otra empresa. La competencia hace posible para un trabajador encontrar posiciones de trabajo que tiendan al precio de mercado.
Ahora, para terminar de comprender todo esto también tenemos que darnos cuenta que, lamentablemente existen empleos que pierden valor con el tiempo, por ejemplo porque hay alternativas más económicas como la maquinaria. Si hay 100.000 empresas y todas ellas te ofrecen un sueldo de 1000€ mensuales, entonces quizá sea hora de asumir que ese es el verdadero valor de tu trabajo y que puede haberse visto afectado por el progreso tecnológico, por ejemplo.
Volviendo al ejemplo del Jersey. Supón que tu amigo te pide el 80% de las ganancias porque utiliza una técnica de tejer muy anticuada que le hace estar miles de horas para completar un jersey a mano. Quizá sea bueno que le digas cuanto antes que más trabajo no significa más valor cuando puedes, por ejemplo, hacer lo mismo de una manera más eficiente. Eso significará que tu amigo tendrá que cobrar menos, porque su aportación ya no es tan importante para la empresa pero cuanto antes se de cuenta y antes se dedique a mejorar su oferta de valor, mucho mejor.
#5 Hay dos cosas que obvias.
1- La desproporción que generalmente "gana un emprendedor". Algo no es justificable desde ningún ámbito.
2- Muchas veces ocupa el lugar que tenía o podía tener, o podría hacer, lo público. Si los beneficios de algo ocupado por lo público redundan en todos, cuando la gestión la hace un "emprendedor" él se queda solito con todos los beneficios. En este caso tenemos multitud de privatizaciones como las del agua de los ayuntamientos.
¿ Se puede hablar de Errejón ?
#2 ¿Estas pidiendo permiso?
¡Qué educación más exquisita os gastais los trolls de menéame!
#7 Son de cole de curas ¿Que te creías?