Apenas han pasado diez días de la comparecencia de Pedo Sánchez ante el Congreso de los Diputados. En este breve espacio de tiempo han quedado meridianamente claras tres cuestiones...
La primera es que el modelo económico, social y de valores característico del neoliberalismo, no es válido como mecanismo idóneo para construir una sociedad de DDHH y de respuesta en positivo a las consecuencias derivadas del cambio climático. La segunda es que, tras la pandemia del coronavirus y las crisis de todo tipo que de él se derivan y las que él anuncia, estamos personal y socialmente ante una disyuntiva: continuar como si nada hubiese pasado -instalándonos en el suicidio colectivo- o afrontar un largo y arduo camino de reconstrucción ex novo, es decir, sobre bases económicas y pautas culturales y de valores diferentes. Y la tercera, que se deriva de la anterior (en la hipótesis de asumir el proceso de cambio), es el pacto, el acuerdo, el proyecto mayoritariamente compartido.
Sin que tenga que ver con el artículo en cuestión, siempre me resulta curioso que ElEconomista cuente con Julio Anguita entre sus opinadores habituales.
Curiosamente lo más interesante del artículo es cuando plantea uma acción ciudadana al margen de los partidos.
En realidad no hay ningún país occidental donde los partidos políticos tengan tanto poder como aquí. Ojalá está espantosa pandemia sirva para su surja una sociedad civil más fuerte y para que los partidos políticos tengan menos influencia social
Comentarios
Anguita el mejor presidente que no ha tenido España.
La primera es que el modelo económico, social y de valores característico del neoliberalismo, no es válido como mecanismo idóneo para construir una sociedad de DDHH y de respuesta en positivo a las consecuencias derivadas del cambio climático. La segunda es que, tras la pandemia del coronavirus y las crisis de todo tipo que de él se derivan y las que él anuncia, estamos personal y socialmente ante una disyuntiva: continuar como si nada hubiese pasado -instalándonos en el suicidio colectivo- o afrontar un largo y arduo camino de reconstrucción ex novo, es decir, sobre bases económicas y pautas culturales y de valores diferentes. Y la tercera, que se deriva de la anterior (en la hipótesis de asumir el proceso de cambio), es el pacto, el acuerdo, el proyecto mayoritariamente compartido.
Sin que tenga que ver con el artículo en cuestión, siempre me resulta curioso que ElEconomista cuente con Julio Anguita entre sus opinadores habituales.
Pedo Sánchez. Muy bueno.
Curiosamente lo más interesante del artículo es cuando plantea uma acción ciudadana al margen de los partidos.
En realidad no hay ningún país occidental donde los partidos políticos tengan tanto poder como aquí. Ojalá está espantosa pandemia sirva para su surja una sociedad civil más fuerte y para que los partidos políticos tengan menos influencia social