Por ser un país que ha vivido las últimas décadas inmerso en conflictos armados, los miembros de las fuerzas armadas de Colombia son codiciados en los mercados legales e ilegales de “seguridad”. Con pensiones magras y pocas oportunidades de trabajo, muchos terminan empleándose como mercenarios.
Todos mercenarios o contratistas de cualquier empresa deberían estar registrados en las mismas bases de datos que los yihadistas del isis para alertar a las autoridades de cualquier país si intentan entrar.
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Todos mercenarios o contratistas de cualquier empresa deberían estar registrados en las mismas bases de datos que los yihadistas del isis para alertar a las autoridades de cualquier país si intentan entrar.
Nada nuevo.
Rodolfo Almiron, un torturador y asesino de la Triple A acabó siendo el jefe de seguridad de Fraga aquí en España.
Si están acostumbrados a matar, violar y torturar sin complejos son unos buenos mercercenarios.