Hace un año Kate Cunningham, de 38 años de edad, tomó la decisión de casarse. Un paso que, siendo tan común, tenía una peculiaridad: la mujer se dio el «sí, quiero» con un árbol. El objetivo de esta joven, residente en Reino Unido, no era otro que llamar la atención sobre una campaña para tratar de salvar el Rimrose Valley Country Park.
Comentarios
No se puede negar que la moza se echó un novio bien plantado...
¿aún no han tenido bellotas? se le va a pasar el arroz
#2 Bellotas no sé. Pero serrín, a montones. Sobre todo en la cabeza de ella.
#2 Que castaña de comentario.
#15
Menudo palo
Siempre quiso echar raíces..... se sentía perdida.
¿Habrán tenido sexo ecológico?
#4 Creo que en ese tema ambos se irán por las ramas...
Alguien le ha preguntado al árbol?
Creo que es denunciable que la señora le obligue a podarse el seto!
#5 Está contento aunque un poco falto de fuerzas.
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Debe ser una relación poliamorosa, porque esas flores, a saber de quien son.
puta loca...
#8 Nor, todo lo más una abrazaárboles...
Concurso de chistes en los comentarios .
#11 Y porque le gente no suele leerse las noticias, si no habría muchos más chistes sobre el bueno de William.
¡Qué raro! Lo normal es que se hubiese casado con un balcón.
Esque a quien buen arbol se arrima, buena sombra la cobija...
Ese árbol no ha dado consentimiento.
Como se arrima al ciruelo
¿Como lo llevará a Turquia en otoño, cuando se le caigan las hojas?
Si los pájaros hacen un nido en el árbol se considera que tiene otra familia?
Ya sabía yo que lo del veganismo se iba a salir de madre...
Saludos.