Robi Matiko, de 54 años, y Busina Samir, de 26, han estado casadas por dos años, pero no comparten la misma cama ni usan ningún anillo. Las dos mujeres viven a unos kilómetros al norte de Serengeti, cerca a la frontera con Kenia. Todas las mañanas, se levantan al amanecer y excavan los campos juntas. En la tarde cocinan y bañan a sus cuatro hijos. Un quinto hijo está en camino, pero Busina no dejará de excavar a pesar de su pronunciado vientre.
Si les hubiéramos dejado en paz ( desde el principio ) lo mismo estarían igual ó ya habrían llegado a otra " solución / contrato social " peero, solo les competitiva a ellos/as. De esta forma vamos con nuestra moral importada importante y luego, pasa lo que pasa.
Ya estamos sesgando otra vez. Nos olvidamos de que todas las personas tienen problemas y no me quiero ni imaginar lo que tendrán que estar pasando algunas personas del sexo opuesto, si las cosas son así.
Comentarios
Si les hubiéramos dejado en paz ( desde el principio ) lo mismo estarían igual ó ya habrían llegado a otra " solución / contrato social " peero, solo les competitiva a ellos/as. De esta forma vamos con nuestra moral importada importante y luego, pasa lo que pasa.
Me pregunto por qué saldrán todas las mañanas a hacer agujeros en el campo...
dependencia absoluta del hombre y sometimiento de la mujer, la historia se repite vayas donde vayas
#2 En Occidente pasa igual pero al revés. Los hombres están empezando a casarse entre ellos por seguridad.
Ya estamos sesgando otra vez. Nos olvidamos de que todas las personas tienen problemas y no me quiero ni imaginar lo que tendrán que estar pasando algunas personas del sexo opuesto, si las cosas son así.