Ninguno de sus amigos, de sus familiares o de sus compañeros de carrera habría creído jamás que la biografía de Tania acabaría pareciéndose a la de un personaje de las novelas de Don Winslow. Pero para cuando aquella tímida letrada de aspecto recatado cumplió treinta años, su carácter apocado y formal ya había empezado a trocarse en el de una aprendiz de narco
Comentarios
Pobrecilla, que la suelten, que las mujeres necesitan a sus más aguerridas defensoras
El veneno blanco es el azucar!
Para cuando el libro y la película? Ya estamos haciendo publicidad?