Pican al timbre. Abres la puerta. Hay un chaval con traje y carpeta en mano. Nos saluda amablemente y nos pregunta si estamos contentos con nuestra factura de la luz o el gas. Es una escena típica de lo que se conoce como venta puerta a puerta o a puerta fría. Según lo establecido en el Real Decreto Ley 15/2018 de 'medidas urgentes para la transición energética y la protección de los consumidores', la venta a puerta fría queda prohibida como tal, al menos el hecho de picar en casa de los posibles clientes de forma directa, salvo permiso previo.
Comentarios
Ahora a ver si se lo prohíben también a los vendedores de alarmas.
#1 Y los testigos de jehová
Ahora los engaños vienen de otro lado. Yo estaba intentando "educar" a un amigo mio para que se pasara al mercado regulado. En estas, le llamaron de EDP, le vendieron la moto de la tarifa plana, mucho mejor de la que tenia con otra compañia y firmó. Le ha llegado el primer recibo y si, el precio es el pactado, pero descubre que le han subido el precio de la potencia contratada, con dos cojones. No os fieis.
Pero a teléfono frío está on fire.
#2 lista Robinson
Cosas del cambio climático
Me llamó la atención el otro día el artículo de Carademalo aquí en Menéame diciendo que le había abordado uno de estos de una eléctrica en el Meroy Lerdín, mientras compraba... ¿Era irónico o eso pasa? Porque igual han ido de puerta fría a pasillo frío.