Intentaba aguantar el sueño y estar despierta durante toda la noche. Pero el cansancio siempre era más fuerte y Juana, nombre ficticio, acababa cerrando los ojos. Tras ello, llegaba el infierno. Ese miedo a quedarse dormida comenzó al poco tiempo de ingresar como alumna en el colegio Juan XXIII de Cochabamba (Bolivia), allá por el curso de 1983.
Y esto es un río que no cesa. Casos sin fin, en todas partes. Esto debería ser uno de las mayores tragedias del último siglo y se está ocultando y silenciando.
Comentarios
Uno de los nombres que cita, Peris, fue profesor mío. No me extraña nada de lo que dice.
#1 pueees mas pruebas contra él han salido
jesuitas-apartaron-contacto-menores-barcelona-2005-uno-acusados/
Los jesuitas apartaron del contacto con menores en...
elpais.com#5 Gracias por la info.
Espero que en Bolivia sí haya justicia.
#2 Antes que en España, en cualquier otro país... No se andan con tantas contemplaciones con estos delincuentes....
Y esto es un río que no cesa. Casos sin fin, en todas partes. Esto debería ser uno de las mayores tragedias del último siglo y se está ocultando y silenciando.