Tras analizar a más de un millón de adultos residentes en la capital, investigadores de la Universidad de Alcalá muestran que las áreas con menos instalaciones deportivas presentan un 22 % más de obesidad y un 38 % más diabetes. El efecto es mayor en zonas de bajo nivel socioeconómico, y aún más en mujeres. Instan a los ayuntamientos a estimular el deporte inclusivo para reducir las desigualdades en salud.
"Es importante que las administraciones públicas, especialmente los ayuntamientos, presten una mayor atención a las políticas deportivas. Que abandonen el enfoque del deporte como una forma de ocio y tiempo libre y lo aborden como una herramienta para reducir las desigualdades en salud y mejorar la calidad de vida de la población”
Pues no hace falta un centro deportivo para hacer ejercicio. ¿O es qué te cobran por caminar o por subir y bajar por las escaleras? En los pueblos la gente no tiene gimnasio ni nada que se le parezca y hacen grupos para salir a andar por las tardes. Que en la ciudad no hay caminos para recorrer pero siempre puedes dar unas vueltas a la manzana o al parque que está a media hora de tu casa o subir y bajar las escaleras varias veces para tonificar glúteos.
#6 Soy pobre. Vivo en un barrio que me da miedo salir, pues oigo como atracan a mis vecinos, sobre todo cuando apenas hay gente.
Yo y mis amigos lo hablamos y nos da apuro salir. Ya no tenemos nada que sea nuestro en los pueblos y solo voy si mis hijos quieren ir, ellos se encargan de todo.
Hago pequeños paseos a horas normales, pero como me alimento mal porque soy pobre (relacionado #5) rápidamente me canso y me agobio. Mi mente es incapaz de aceptar que debo de andar más. supongo que es el peso psicológico que conlleva la pobreza. ¿Quizás con un psicólogo?, pero te atienden al cabo de meses y para qué, posiblemente a otro le haga falta más que yo. Y claro está, que no me puedo permitir un psicólogo por privado.
Todo eso te lo diría un pobre, y más.
#3 soy pobre, cuando voy a la compra tengo que mirar lo más barato, que se supone que no tienen los mismo nutrientes que la más cara, por lo que es más mala según dicho criterio.
Y procuro repetir las mismas comidas simples, pues poco pescado y carne puedo comprar. Y la fruta, como apenas tengo dientes porque no puedo pagar el dentista, casi ni las pruebo.
A parte de que son caras.
Tampoco me puedo permitir ir a un centro deportivo municipal pues son de pago.
Y de morir... todos morimos.
Es el argumento que cualquier pobre te diría.
Comentarios
La universidad de Alcalá hace el estudio en Madrid porque es su ámbito, pero es extrapolable a cualquier otra ciudad del mundo.
"Es importante que las administraciones públicas, especialmente los ayuntamientos, presten una mayor atención a las políticas deportivas. Que abandonen el enfoque del deporte como una forma de ocio y tiempo libre y lo aborden como una herramienta para reducir las desigualdades en salud y mejorar la calidad de vida de la población”
Salud o libertad.
Pues no hace falta un centro deportivo para hacer ejercicio. ¿O es qué te cobran por caminar o por subir y bajar por las escaleras? En los pueblos la gente no tiene gimnasio ni nada que se le parezca y hacen grupos para salir a andar por las tardes. Que en la ciudad no hay caminos para recorrer pero siempre puedes dar unas vueltas a la manzana o al parque que está a media hora de tu casa o subir y bajar las escaleras varias veces para tonificar glúteos.
#6 Soy pobre. Vivo en un barrio que me da miedo salir, pues oigo como atracan a mis vecinos, sobre todo cuando apenas hay gente.
Yo y mis amigos lo hablamos y nos da apuro salir. Ya no tenemos nada que sea nuestro en los pueblos y solo voy si mis hijos quieren ir, ellos se encargan de todo.
Hago pequeños paseos a horas normales, pero como me alimento mal porque soy pobre (relacionado #5) rápidamente me canso y me agobio. Mi mente es incapaz de aceptar que debo de andar más. supongo que es el peso psicológico que conlleva la pobreza. ¿Quizás con un psicólogo?, pero te atienden al cabo de meses y para qué, posiblemente a otro le haga falta más que yo. Y claro está, que no me puedo permitir un psicólogo por privado.
Todo eso te lo diría un pobre, y más.
No es mi intención poner en duda el estudio pero no veo la correlación. El deporte no compensa una alimentación mala.
#3 soy pobre, cuando voy a la compra tengo que mirar lo más barato, que se supone que no tienen los mismo nutrientes que la más cara, por lo que es más mala según dicho criterio.
Y procuro repetir las mismas comidas simples, pues poco pescado y carne puedo comprar. Y la fruta, como apenas tengo dientes porque no puedo pagar el dentista, casi ni las pruebo.
A parte de que son caras.
Tampoco me puedo permitir ir a un centro deportivo municipal pues son de pago.
Y de morir... todos morimos.
Es el argumento que cualquier pobre te diría.