En la tarde del 7 de septiembre del 2019 un hombre se presentó en la estación de tren de O Barco de Valdeorras. Con un paquete en la mano, se acercó al mostrador de Renfe y preguntó a la empleada si tenían servicio de envíos, porque quería mandar a A Coruña un regalo de boda para un amigo. La empleada le informó de que no tenían esa prestación pero la conversación fue escuchada por una viajera que se disponía a coger el tren que, minutos después, salía con destino a la ciudad herculina.
Comentarios
Podría ser ambas cosas.
#2 4,2 gramos para una boda es una cantidad razonable para autoconsumo.
Espero que denunciara a la mujer por interceptar una conversación privada, no tenía derecho a abrir el paquete...
#2 Exacto, el postre de la boda.
Pero nada de eso fue reconocido por el investigado. «El paquete a mí me lo dio un amigo, me dijo que era una baratija, un regalo para una boda, yo no sabía que dentro había droga», alegó ante el tribunal el sospechoso, que dijo que solo pretendía «hacerle un favor» a su colega, ya fallecido. «A mí me engañaron; cuando me enteré de que había cocaína, me enfadé», insistió.
Vaya por dios. Un amigo, ya fallecido, le pide que envíe a coruña un regalo para una boda y va a la estación para enviarlo por tren y en eso que tiene la suerte de encontrarse con una buena mujer que se ofrece a transportar el paquete pero menos mal que le resultó sospechoso.
De verdad, este es como los que pillan en el aeropuerto con la maleta llena de droga y dicen que alguien se la puso ahí.
#3 Una buena mujer no abre el paquete para ver lo que hay
No llevo yo un paquete desconicido ni harto de vino... vaya gente mas ingenua
Tremenda puta película de vaqueros por cuatro granos.
¿Y no lo podía mandar por un servicio de paquetería como todo el mundo?
Con la de farlopa que se movía en Valdeorras en los buenos tiempos de la pizarra
4 gramos, 4.
He visto excusas más elaboradas.