Cuando estos días veo al director general de Diversidad, Stephane Soriano y la vicepresidenta y consellera de Servicios Sociales e Igualdad, Susana Camarero (ambos del PP) sacando pecho por la campaña de promoción turística “Orgull de Comunitat” de la Generalitat, intentando apropiarse de la conmemoración del Orgullo LGTBI (con el principio caciquil primario de “qui paga, mana”), los ataques a Lambda (lanzando insidias sobre su gestión económica) o criticando la implicación en partidos de izquierdas, siento una inmensa indignación y asco.
Comentarios
En resumen: como lo de prohibir el Orgullo les sale regulinchi, ahora han descubierto otras artimañas:
"La Generalitat está maniobrando para liderar y controlar nuestra conmemoración. Es como si la Generalitat quisiera suplantar a los sindicatos en el 1º de mayo. Resulta inaudito. Y el argumento es que quieren un Orgullo como el de Madrid. "
#1 eso no es orgullo, es soberbia.
#5 Y un morro impresionante.
#6 el orgullo puede ser hasta sano, la soberbia es tóxica, nociva y peligrosa.
Claro, claro, kastanedowski, porque cuando el PP hizo un recurso en el Constitucional para evitar el matrimonio igualitario no eran leyes de lo que hablábamos, eran gominolas. O cuando PP y VOX quitan libros o cierran servicios LGTBI son palomitas de colores.
Como argumento te ha quedao un poco vergonzoso, pero tú mismo...
Mezclan temas de la cama con politica y leyes...
#2 La política y las leyes dan forma a cómo funciona la sociedad, y las relaciones interpersonales son una parte enorme de la sociedad, así que es normal que se mezclen estos asuntos.
#4 Si quieres que el gobierno te diga que hacer en la cama es tu tema, no el mio